madrid - Las artes tienen la capacidad de ayudar al ser humano a reconocer sus emociones, a gestionarlas y a ser más creativo, la clave que necesita la sociedad actual para ser más innovadora, alumbrar nuevas ideas y, con ello, también, generar desarrollo económico y empleo.
Es lo que concluyen especialistas de diversos campos de las artes en un estudio promovido por la Fundación Botín y la Universidad de Yale, y es la filosofía que impregnará las actividades de fomento de la creatividad del futuro Centro de Arte Botín, que se construye en Santander. El presidente de esta Fundación, el banquero Emilio Botín, presentó ayer las conclusiones de este estudio en un acto en el que participaron también la investigadora Zorana Ivcevic, del Centro para la Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale, y el actor y dramaturgo Albert Boadella, director artístico de los Teatros del Canal. Seis expertos internacionales han analizado cómo el cine, la danza, la música, la literatura, las artes plásticas y el teatro pueden potenciar la creatividad. Y han concluido que las artes ayudan a identificar y gestionar las emociones, a confiar en las capacidades de uno mismo, a comprender a los demás, mejorar las relaciones sociales, y a generar estados de ánimo que permiten a las personas ser más creativas. Por eso, Emilio Botín apostó por integrar las artes en todos los planes educativos y, también, en los programas de desarrollo personal y profesional de las empresas. "En España debemos potenciar no solo la inteligencia racional, también la inteligencia emocional y social y la creatividad para afrontar los retos que tenemos por delante", afirmó.
Y es que, las artes, al utilizar mecanismos sensoriales como cauce para llegar a las personas, consiguen un impacto mayor. Eso es lo que piensa Albert Boadella, que indica, por ejemplo, que una marcha militar puede mover más a las tropas que la "excitada arenga" de un general. A su juicio, las artes proporcionan "un gran equilibrio emocional" y tienen, además, un "alto valor terapéutico". "De ahí la adicción que sufrimos" muchos por ellas, apuntó. Por eso, cree que las artes deben de estar al alcance de todos y no es partidario de una corriente "muy común" que se inclina hacia formas "herméticas" de la expresión artística que reducen de forma importante el número de receptores. - Efe