IRUÑEA. Veinte meses después de contraer matrimonio, Telma Ortiz y el navarro Jaime del Burgo se divorcian. Según publica la revista 'Hola', la pareja ha puesto fin a su relación, que siempre ha estado en el ojo del huracán, "de mutuo acuerdo, sin terceras personas y alegando la distancia como razón principal".

La mediática pareja inició los trámites de separación el pasado mes de febrero. Desde que se casaron, relata la revista, ella ha vivido en Barcelona y él entre Londres y Ginebra.

'¡Hola!' subraya que Telma y Del Burgo siguen manteniendo una relación cordial, que ya han firmado los papeles del divorcio y que entre los acuerdos a los que han llegado "está el de pedir la nulidad eclesiástica para poder pasar por el altar religioso de nuevo en un futuro".

En mayo de 2012 se daban el 'sí, quiero' en una íntima ceremonia en el monasterio de Leyre, en Navarra. Acompañados tan solo por los padres de él, la hija de ella y un matrimonio amigo, ambos sellaban su unión ante la Iglesia.

A finales de 2012, el inesperado retorno de la hermana de la princesa Letizia de Nueva York a Barcelona con su hija Amanda (fruto de una anterior relación con el abogado Enrique Martín Llop) desató los rumores sobre una posible ruptura de la pareja. Según 'Vanitatis', el retorno se debió a la imposición de un juez.

A Telma Ortiz se le denegó la petición que planteó para que su hija, de cuatro años, pudiera vivir con ella en Nueva York. Meses atrás, Telma solicitó autorización judicial mediante un procedimiento de modificación de las medidas de custodia en el Juzgado número 14 de Barcelona que le permitiera llevarse a su hija a vivir fuera de España.

Los trámites no tuvieron éxito. Quien puso reparos a los deseos de la pareja fue Martín Llop. El padre de la niña se negó rotundamente a las pretensiones de su expareja y, según las publicaciones especializadas, luchó por todos los medios para que la pequeña no viviera lejos de Barcelona.

Se aseguraba que el apresurado enlace entre el hijo de Jaime Ignacio del Burgo, expresidente de la Diputación Foral de Navarra, y Telma Ortiz obedecía a una estrategia para cumplir el deseo de trasladarse a la Gran Manzana, pensando que con esta maniobra conseguirían la custodia de la niña.

Quienes de momento han sacado más tajada de esta historia han sido los paparazzi. La hermana de la princesa, que tiene un largo historial de desencuentros con la prensa rosa, volvió a encontrarse en el ojo del huracán cuando acudió a recoger a su hija al colegio. Hasta 45.000 euros, dicen, que se pagaron por las instantáneas.