Bilbao. El Archivo Histórico de Euskadi es ya una realidad. El proyecto, aprobado por el Gobierno de Ibarretxe en el marco del Plan Vasco de Cultura, abrió ayer sus puertas para convertirse en el depósito de la memoria de Euskadi. El edificio, situado en el número 3 de la calle María Díaz de Haro - a escasos metros del archivo del primer Gobierno presidido por José Antonio Aguirre destruido por la guerra- dará continuidad a la labor de Irargi, el Centro de Patrimonio Documental de Euskadi, ubicado en Bergara, que desde su creación en 1986 ha llevado a cabo una importantísima labor de búsqueda, inventariado y reproducción de la documentación que existe en archivos públicos y privados sobre el País Vasco.
En el Archivo Histórico hay depositadas miles de cajas repletas de documentos, correspondencia epistolar entre miembros del primer Gobierno vasco y donaciones de particulares, que reflejan el modo de vida de la sociedad vasca a través de más de 600 años de historia.
Esta infraestructura cultural de primer nivel, con una superficie construida de 8.542 metros cuadrados, fue inaugurada ayer por el lehendakari Iñigo Urkullu, la consejera de Cultura, Educación y Política Lingüística, Cristina Uriarte y el viceconsejero Joxean Muñoz, ante la presencia de una gran representación del mundo político, cultural y social vasco, entre los que se encontraban el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, el lehendakari Ardanza, la diputada de Cultura, Josune Ariztondo, el obispo de Bilbao, Mario Iceta y el presidente de la Fundación Sabino Arana, Juan Mari Atutxa, entre otros.
Urkullu destacó que, ahora "que tanto se habla de memoria, este edificio es el lugar de la memoria, de una memoria que espera ser rescatada, descubierta, investigada y difundida". Para el lehendakari, "se trata de "una memoria próxima que nos puede interpelar y nos ayuda a mejorar, a no cometer errores del pasado. Éste es el espacio soñado para que, dentro de muchas décadas, los miles de documentos que se elaboren sean de interés para quienes quieran seguir conociendo la historia de este país al servicio de un futuro mejor".
Urkullu recordó que el Archivo Histórico guarda, asimismo, documentación privada de especial relevancia para Euskadi, y agradeció las aportaciones que se han realizado por organizaciones, entidades, familias y particulares. Según precisó todos estos "pequeños archivos hacen más grande el nuevo Archivo y permiten conocer "mejor nuestra propia historia". En este sentido, explicó que están registrados en él "desde un documento del 11 de febrero de 1430 de venta de manzanales, casas, partes del monte y huertas, otorgadas por María de Orbe a favor del vecino de Ermua Pedro de Eguskinza por 27 coronas de oro, hasta este mismo acto de inauguración". "Nuestro objetivo es llegar a registrar las actividades más significativas y de mayor trascendencia para la vida de nuestro país".
Urkullu señaló que la misión de la nueva infraestructura cultural es "contribuir a elaborar un relato comprensible de lo que hemos sido y que nos oriente en nuestra actuación presente y futura". Por su parte, Cristina Uriarte definió el edificio como "singular, hermoso y al mismo tiempo, funcional. Una metáfora de lo que es y quiere ser, un archivo contemporáneo". Uriarte, sin embargo, quiso dejar claro que un archivo no es solo "un lugar, un edificio o un equipamiento, sino un servicio para toda la ciudadanía. Se trata de poner a disposición de toda la sociedad vasca una parte fundamental de la memoria de nuestro país. Los archivos son los registros de las actividades de individuos, organizaciones, empresas o gobiernos. Son testimonio documental de decisiones tomadas, de vidas vividas, de cambios, de innovación, de conflicto y de convivencia". "Aquí se guarda la constancia de nuestros fracasos y nuestros logros, aquí se conserva la memoria de lo que hicimos, de lo que fuimos. Y eso es vital para entender lo que hacemos hoy y por qué es como es nuestra sociedad contemporánea", explicó la consejera.
11 plantas El Archivo Histórico de Euskadi consta de 11 plantas, cuatro de ellas subterráneas, dotadas con los medios más avanzados. Al proyecto, obra del arquitecto de Idom-ACXT Gonzalo Carro, se han destinado 13.650.000 de euros, lo que supone un ahorro del 30% con respecto a las previsiones iniciales.
El edificio se abre a la calle y al público al igual que un pergamino. El vidrio de la fachada está serigrafiado con grafías tomadas de palabras y textos escogidos del conjunto del patrimonio documental de Euskadi. El uso principal de los tres primeros sótanos es el de depósito de archivo y en la planta baja, primera y en parte del primer sótano se concentran los usos públicos de libre acceso: vestíbulo principal, recepción, varias salas de exposiciones y el salón de actos. A través del vestíbulo de la planta baja se accede a un jardín, un espacio concebido para acoger exposiciones al aire libre, zona de lectura o proyecciones. En la planta segunda se encuentra la sala de lectura, cuyo acceso es libre para el público. En el resto de los pisos sobre rasante se ubican las zonas administrativas y los laboratorios.
En la actualidad, se puede acceder por internet, a través del portal web del archivo, www.eah-ahe.org, al 80% de los documentos, que se encuentran ya digitalizados. En total, 500 archivos públicos y privados, 3.200.000 imágenes de documentos, desde el siglo XII al XX.
El documento más antiguo guardado en la sede de Bilbao es una herencia de una familia guipuzcoana fechada de 1279. "Pero hay infinidad de archivos valiosos, como los del Gobierno de Euskadi, desde su constitución en 1936, entre los que se encuentran los de los mandatos de los lehendakaris Aguirre y Leizola. Se pueden consultar ya por internet desde hace un año", explica el director del Archivo, Borja Aguinagalde
El nuevo espacio también se nutre de importantes donaciones privadas, como las de las familias Alcibar, Michelena, Irulegui, Colmenares-Licona, Margia Valde-espina, Heriz, Rotaeche.... Reúnen documentación que ilustra las vicisitudes de familias de todos los rincones de Euskadi, gran parte de otros territorios de la Península y América en la época colonial, desde la segunda mitad del siglo XV hasta inicios del siglo XX: costumbres sociales, relaciones personales y administración de bienes, entre otros. También se puede acceder al índice de los 5,5 millones de censos eclesiásticos (bautismos, matrimonios y defunciones) hasta 1900 a través de internet.
l Superficie construida. 8.542 m2 en total. Ha sido el arquitecto Gonzalo Carro, de Idom-ACXT, el encargado del proyecto.
l Plantas. Once (4 bajo rasante). El edificio se ubica en la calle María Díaz de Haro número 3 de Bilbao
l Capacidad de los depósitos. 20 kilómetros lineales.
l Coste. 13.650.000 euros. Un 30% menos de lo presupuestado inicialmente.
l Fondos. El Archivo custodia y difunde también la documentación de la Administración Pública vasca e incluye el fondo del Gobierno vasco entre los años 1936 y 1979. Además, guarda importante documentación privada, mucha ella proveniente de donaciones. También contiene 5.500.000 registros sacramentales, es decir, el censo completo del País Vasco hasta 1900.
l Internet. Al 80 por ciento de los documentos se puede acceder a través de Internet, en total 500 archivos públicos y privados, 3.200.000 imágenes de documentos, desde el siglo XII al XX.
l Abierto al público. El acceso al Archivo Histórico y la utilización de las instalaciones de uso público es libre, y se pone a disposición de la ciudadanía dos modalidades de consulta, bien a través del portal web del archivo, www.eah-ahe.org, en el que es posible consultar tanto los inventarios de los fondos de archivo conservados como la copia digital de los documentos; o presencialmente, en la sala de usuarios, ubicada en la segunda planta.