son infinitos los momentos que se pueden vivir en un concierto, da igual el estilo, el contexto, el grupo o solista. Sensaciones, pensamientos, sentimientos imposibles de atrapar aunque la memoria se esfuerce en guardar el recuerdo. Hay, de todas formas, lugares que son una evocación permanente a determinados sonidos y vivencias. Son pocos, selectos, elegidos. Y Helldorado puede presumir de estar en esa corta lista. Claro que el conocido como infierno de la capital alavesa, donde los amantes de las seis cuerdas sienten el mejor de los calores, es tan suyo que incluso ahora se da el lujo de editar un libro donde mostrar las diferentes caras que cada semana avivan sus brasas.
Hace ya mucho tiempo que la cámara no tiene secretos para Jon Rodríguez Bilbao, aunque incluso es más veterana su pasión por el rock. En la asociación cultural ha podido unir ambos caminos en un trabajo que se inició hace casi tres años aunque en el origen la idea de hacer un libro no estaba presente. Sin embargo, Soundcheckin' es hoy una realidad, una amplia huella visual de los músicos cercanos y lejanos que cada semana acuden a la calle Venta de la Estrella.
Como buen artesano del retrato, Rodríguez Bilbao (responsable de la firma Usual Fotográfica) mira sus modelos después de las pruebas de sonido, tomas improvisadas con Helldorado como escenario. El resultado ya está disponible. Entre las imágenes, algunas palabras, pocas pero las justas, tanto de algunos intérpretes como de otros invitados. Un regalo para el infierno.