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Entre risas y algarabía, la Durangoko Azoka acogió ayer a sus primeros visitantes durante una jornada marcada por la recuperación de Ikasleen Eguna, en el que numerosos estudiantes de toda Euskal Herria acudieron con su centro escolar y tuvieron oportunidad de realizar una visita interactiva por los diferentes espacios del recinto. A diferencia del año pasado, en el que no se celebró la jornada dedicada a los más pequeños porque el primer día de la feria no fue laborable, en Landako prevalecieron ayer el bullicio y el entusiasmo propios de la juventud, que no desaprovechó la ocasión para dialogar con sus escritores favoritos o conseguir la firma de los grupos de moda.

Una de las características principales del Ikasleen Eguna de la presente edición fue la notable apuesta por extender las actividades dirigidas a los estudiantes a los diferentes espacios de la Azoka. Oihane Barrutia, responsable de Saguganbara, subrayó la alta demanda por parte de los centros educativos para participar en los talleres dispuestos. "Han sido 3.000 los estudiantes que se han apuntado. Sin embargo, debido al aforo limitado de los espacios, tuvimos que hacer un sorteo y solo se ha podido dar cabida a 26 centros que han sumado 950 estudiantes en total", relata Barrutia, quien ha sido una de la responsables de organizar la jornada junto a Berbaro Elkartea.

A pesar de la limitación para participar en los talleres, fueron muchos los estudiantes que independientemente acudieron con sus centros para participar en la Azoka a través de actividades dirigidas por sus profesores -algunos de ellos también empleaban la excursión de asueto para adquirir productos culturales-. Las principales casas de discos y editoriales presentes en los 238 puestos destacaron la gran interactuación con los chavales, que con desparpajo se acercaban a preguntar por las novedades a fin de rellenar las fichas correspondientes a sus deberes.

De tanto en cuanto, la trayectoria de esos estudiantes que pululaban en libertad curioseando por los stands era interrumpida por la visión de personalidades a los que no dudaban en pedir una fotografía para la posteridad: Alex Sardui -recientemente estrenado como escritor con Esan eta egin- o Fermin Muguruza -poseedor del don de acaparar la atención allá donde va- fueron ejemplo de ello. Entre los autores que más expectación causaron destacaron Toti Martinez de Lezea, propietaria de una amplia bibliografía de libros juveniles e infantiles, o literatos de la editorial Ibaizabal como Aitor Arana o Yoseba Peña. Tampoco pasó desapercibido el puesto propio que posee este año el grupo bilbaino Zea Mays, quienes acaban de autoeditar Da.

Mientras tanto, estudiantes de poblaciones tan dispares como Kanpezu, Elorrio, Baiona, Sopuerta, Bermeo o Larzabale fueron algunos de los privilegiados que tuvieron oportunidad de disfrutar de los talleres.

actividades Es el caso de los niños de quinto y sexto de primaria del colegio Zabalarra de Durango, quienes fueron Egun batez idazle en el taller impartido en Saguganbara por la escritora Yolanda Arrieta. "Durante los primeros cinco minutos hay que domar a los niños, una vez de conseguir su atención es coser y cantar; pero eso no es un problema de los niños, sino del modus vivendi actual", relató la escritora vizcaina, quien lleva más de quince años impartiendo talleres de escritura para niños.

Crear confianza e intimidad es esencial en este tipo de actividades, ya que los niños no están acostumbrados a expresar sus sentimientos. "En los talleres subrayo que lo más importante es la práctica y el borrador, que al fin y al cabo es el germen de toda obra", señaló Arrieta. Un mensaje similar es el que transmitió Miren Gonzalez, dibujante de Galtzagorri Elkartea, a los alumnos de primaria de la escuela de Amoroto que participaron en el taller de ilustración que impartió en Areto Nagusia. La ilustradora encabezó por cuarto año en este taller, dirigido a menores de doce años, una experiencia que califica de "muy positiva". "Siempre trato de que el niño se libere y que sea valiente a través de la imaginación, transmitirle que mediante la ilustración podemos hacer lo que queramos", explica Gonzalez.

Ahotsenea fue uno de los territorios conquistados por los escolares adolescentes, quienes desde primera hora de la mañana ocuparon el espacio dedicado a la creación para disfrutar del concierto ofrecido por EH Sukarra, con el que presentaron su último disco, Uhinak. Otra de las actividades ahí situadas estuvo protagonizada por uno de los autores más estimados por los estudiantes de instituto: Jon Arretxe. El escritor basauritarra presentó su novela 612 euro a través de una charla con jóvenes que han leído su obra. "En principio no escribo literatura juvenil, pero no sé por qué a los chavales les gustan mis libros, he tenido esa suerte", comentó Arretxe, quien opinó que a menudo "nos fijamos en que los jóvenes no leen, pero son los adultos los que leen mucho menos".

Los demás espacios de la Azoka, Kabi@, Plateruena, Irudienea y Szenatokia, también celebraron actos específicamente preparados para niños y jóvenes en un primer día, abarrotado por escolares y con una acogida del público general bastante tímida -como suele ser habitual durante los días laborables de la Azoka-, en el que algunos ikasles gastaron parte de sus las sagradas pagas en la adquisición de cultura en euskera. Algo reseñable.