Vitoria. Mientras el Principal vive esta semana diferentes compromisos con el Día del Euskera o el aniversario de la ikastola Olabide, el escenario de la calle San Prudencio también empieza a calentar motores de cara a la programación navideña que, de manera oficial, arranca este viernes. Si hace unos días Sergei Radchenko, director del Ballet Nacional de Rusia, adelantó algunos de los detalles que el público podrá disfrutar el miércoles 11 de El Cascanueces (no quedan entradas), ayer fue el actor Marc Pociello y los representantes de la productora Vértigo los que cumplieron el mismo papel para desgranar el musical Geronimo Stilton, que estará en la capital alavesa los días 21 y 22.

Cuatro serán las sesiones que se ofrecerán en estas dos jornadas de la versión escénica de este éxito de la literatura infantil y juvenil (a las 16.30 y 19.30 horas), habiéndose vendido ya en una semana el 40% del aforo (los pases están disponibles por 28, 18 y 13 euros). "Al principio me preguntaba si siendo los espectadores a los que nos dirigimos tan pequeños iban a aguantar dos horas (con descanso) y la experiencia nos ha demostrado que por supuesto que sí", explicó Pociello.

Hace tres años que Focus empezó a desarrollar esta versión dentro de Cataluña, un salto que ahora se produce a otros puntos del Estado como Gasteiz en colaboración con Vértigo, responsable de otros musicales bien conocidos como Chicago, Cabaret o We will rock you. En esta ocasión, eso sí, se opta por un formato más sencillo, que no simple puesto que aunque son sólo ocho los intérpretes que intervienen, las nuevas tecnologías ayudan a que sean muchos más los personajes que intervienen. Es más, siguiendo la línea de los libros, incluso el teatro irá cambiando de olor según el periodista ratón vaya caminando por los mundos de El reino de la fantasía, versión del arranque de la serie literaria creada por la escritora italiana Elisabetta Dami.

"A veces me siento como un Rey Mago al ver la cara de ilusión del público" afirmó Pociello al encontrarse con no pocos jóvenes entusiastas de los libros que ven a sus personajes de las letras convertidos en una realidad de carne y hueso que actúan, cantan y bailan a través de los doce números musicales que componen el montaje.