No siempre el espejo da el reflejo deseado. Y menos si, como es el caso, es oscuro. Pero Eratu le ha dado la vuelta al título de su segundo disco para obtener el resultado que buscaban, once nuevas canciones que hablan de evolución, trabajo y crecimiento. Así lo quiere mostrar Ispilu iluna, álbum que ya es una realidad dos años después de la tarjeta de presentación en forma de CD que editaron los alaveses Joseba Luzuriaga (bajo y coros) y Unai Olalde (guitarra y voz) junto al vizcaíno Aitor Agirre (batería).
Si hay una marca de la casa que se mantiene con respecto a aquel primer trabajo es que "seguimos siendo tres que conseguimos hacer una música muy potente en la que nadie echa en falta un segundo guitarra o algo por el estilo", comenta Luzuriaga, que tiene claro que este nuevo álbum no es una obligación de confirmar nada, "ni siquiera tenemos necesidad de seguir un patrón porque de hecho el estilo del primer CD ha cambiado, ha evolucionado; éste ha sido un trabajo de los tres compuesto de material que nos gusta a los tres".
Negarrez, Zergatik?, Beldurraren aroa y Kea!, entre otros, son algunos de los temas por los que discurre un proyecto grabado el pasado mes de junio en los estudios Higain de Usurbil con la producción de Haritza Harreguy. Todo ello bajo un título genérico, aunque también bautiza a uno de los cortes, que hace referencia al libro Patas arriba donde Eduardo Galeano asegura que para ver el mundo al revés, el personaje de Alicia ya no atravesaría ningún espejo, sólo tendría que abrir la ventana y mirar a la calle. "Le dimos muchas vueltas pero esa idea de pedir a la gente que piense un poco nos gustaba" comenta el bajista gasteiztarra sobre una propuesta en la que la influencia del escritor uruguayo no es la única presente, puesto que también se pueden rastrear las palabras de firmas como Joseba Sarrionandia en algunas de las letras.
Con el disco bajo el brazo, cómo no, toca subir a los escenarios. De hecho, Eratu ha tenido un mes de noviembre más que movido que ha cerrado, por ejemplo, tocando junto a Berri Txarrak, "que es un orgullo". Pero diciembre también viene cargado, incluso con varias citas en una misma jornada, como sucederá este sábado.
La banda estará por la tarde en la Azoka de Durango para, después, emprender viaje hasta Gasteiz ya que a la noche actuará en Helldorado, compartiendo cartel con el trío japonés Who The Bitch. "Una de las cosas que teníamos muy claras desde el principio es que Ispilu iluna no tenía que ser un álbum superproducido que cuando llegase al directo dejase a la gente con cara de decepción. Ahora estamos en lo que más me gusta que son los directos y la verdad es que tenemos la agenda hasta enero que casi no cabe un hueco más". Rock, metal, hardcore melódico... se pueden buscar etiquetas, como siempre, pero los sonidos hablan por sí mismos, tampoco necesitan demasiadas explicaciones. Y menos en un grupo que aunque nacido hace sólo tres años está formado por músicos jóvenes pero con más camino detrás. Eso sí, no siempre las cosas son fáciles en una banda que vive entre Ondarroa (Agirre), Agurain (Olalde) y Gasteiz (Luzuriaga).
"Ante todo está la ilusión y creer en el proyecto. Estamos comprometidos al 100% con la formación. Y otra cosa muy importante es la relación que tenemos entre nosotros. No puedes quemarte con algo que no te da de comer. Ante todo tienes que disfrutar".