Madrid. La diseñadora Amaya Arzuaga fue galardonada ayer con el Premio Nacional de Diseño de Moda 2013, un reconocimiento otorgado por unanimidad y dotado con 30.000 euros, que recae por primera en una mujer y que ha obtenido por una carrera marcada por el éxito internacional.

La diseñadora Helena Rohner, miembro del jurado que concedió ayer el galardón, quiso reconocer la "valía" de Arzuaga como diseñadora "contemporánea" que no solo ha sabido ser "creativa", sino que también ha conseguido forjar un "proyecto empresarial" fuera de España.

Marcada por un estilo vanguardista y experimental, las prendas de la diseñadora reflejan a una mujer contemporánea "dinámica, moderna y muy real", añadió Rohner.

Arzuaga (1970, Lerma, Burgos) presentó por primera vez sus diseños en París en 1994, y desde entonces ha paseado sus diseños por las pasarelas más prestigiosas del mundo como Milán, Londres, Nueva York, Madrid o Barcelona. Su afición por la moda le viene de pequeña ya que su madre, María Luisa Navarro, tiene una empresa de costura de punto Elipse y su abuela también tenía taller. La diseñadora tiene dos líneas de ropa femenina: Amaya Arzuaga, que forma parte del calendario de la Semana de la Moda de París, y AA de Amaya Arzuaga, con la que desfila en pasarela madrileña. También cuenta con una colección de ropa de cama, Amaya Arzuaga Inside, otra de zapatos y los vinos Amaya Arzuaga colección, Ribera del Duero.

De hecho, Arzuaga se crió entre la moda y el vino. Su padre, Florentino Arzuaga, regenta unas bodegas de Ribera del Duero, donde produce vinos con el apellido familiar como nombre. La marca Amaya Arzuaga exporta el 80% de su producción, sus colecciones se venden en 37 países y, solo en España, cuentan con 200 puntos de distribución.

El jurado del premio estuvo presidido por el director General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Jesús Prieto.

Arzuaga, a quien el premio le pilló por "sorpresa absoluta", reconoció que el reto de estas dos décadas ha sido crear prendas que "aúnen creatividad y vanguardia, pero que a la vez te las puedas poner". A pesar de la solidez empresarial de su proyecto, reconoce que lleva unos años "complicadísimos" en los que ha habido "que hacer un auténtico encaje de bolillos para seguir adelante". Por eso, se halla "muy agradecida y encantada por el premio", en una época en que todo son "malas noticias".