san sebastián. El documental El símbolo y el cuate recoge la segunda gira de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina por Latinoamérica, pero es mucho más que música, ya que expone la historia de amor que estos dos cantautores viven desde hace años con aquel continente.

Serrat y Sabina presentaron ayer esta película en el Festival de Cine de San Sebastián, en una rueda de prensa junto a su director, el periodista Francesc Relea, que siguió el tour de Dos pájaros contraatacan en 2012 y acabó con 90 horas de grabación. Tras dejarlo en dos horas, afrontó el "martirio" de reducir el metraje a 82 minutos, los que muestran el paso de Serrat y Sabina por México, Argentina, Perú, Chile y Uruguay.

Es en México donde el periodista Ricardo Rocha, amigo de ambos, acuña lo que será luego el título del filme: "Serrat es el símbolo vivo, aquel que llegó a México en 1968, un soñador de pelos largos. Sabina es nosotros mismos, nuestro amigo, nuestro cuate". Serrat restaba ayer importancia a este calificativo y aseguraba que "es peligroso creerte el símbolo de algo". "Así que no voy a pecar de lo que a mí me repugna tanto", advirtió. "Ambos hemos tenido la suerte de hacer música durante muchos años y la gente ha construido cuadros de su vida con ese fondo musical. No hay más que eso", afirmó el cantautor catalán, que sin embargo bromeaba sobre la "leyenda" de su compañero, ese cuate que toma copas en tugurios nocturnos y que él no se va a encargar de "destruirla".

Sabina afirmó que comenzó su relación con América Latina aprovechando "el caminito" que abrió Serrat en esa gira de cinco meses y 85.000 millas en autobús, cuando no podía volver a España en 1975 al haber sido declarado "en busca y captura" por unas declaraciones. A esos viajes y otros del pasado también se acerca el documental, al compromiso por la democracia y los encuentros con los amigos, y regresa a los recibimientos multitudinarios de ahora como el que cerró la gira en un repleto estadio de La Bombonera en Buenos Aires, donde caben 45.000 personas. "Es un lujo poder sumar generaciones y que no haya un corte en la memoria sentimental de la gente", señaló Serrat.

Relea destacó que "no se conoce hasta qué punto" Serrat y Sabina "están arraigados a todo el continente latinoamericano. El nivel de implicación es incomparable con lo que se vive aquí", resaltó Relea.

A los dos cantautores les unen "muchas cosas". "Nos separan mi envidia y su talento", subrayó Sabina. Aunque se da por hecho que no volverán juntos de gira a Latinoamérica, Serrat apuntó irónicamente que "están en ello, pensamos en 2017-2018". A lo que Sabina respondió: "Ahora que la esperanza de vida es mayor".