madrid. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos falló ayer por segunda vez contra Carolina de Hannover en su demanda por las fotos publicadas por la revista alemana 7 Tage, en las que aparecía en marzo de 2002 junto a su marido, Ernesto de Hannover, en una isla de Kenia. El artículo que acompañaba las fotos llevaba por título "¿Dormir en la cama de la princesa Carolina? ¡No es un sueño irrealizable! Carolina y Ernesto Augusto alquilan su villa de ensueño". Como ya hizo en sus sentencias por otras demandas previas de Carolina de Mónaco contra Alemania en 2012, los jueces de Estrasburgo recordaron en su nuevo fallo que el Tribunal Constitucional alemán al dictaminar sobre ese asunto ya había "puesto en equilibrio los diferentes intereses en juego y la jurisprudencia de la Corte".

De este modo, estimaron que no se infringió el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, sobre el respeto de la vida privada y familiar, y que además se respetó el artículo 10, sobre la libertad de expresión. Explicaron que para buscar el equilibrio entre el derecho a la intimidad y la libertad de prensa hay que tener en cuenta, entre otras cosas, la contribución a un debate de interés general, la notoriedad de las personas implicadas y el objeto del reportaje, es decir, el contenido y las circunstancias en las que se hicieron las fotos. El Tribunal hizo notar que Carolina de Mónaco y su esposo son personalidades públicas, "que no pueden pretender la misma protección de su derecho a la vida privada que las personas privadas desconocidas del público". La Corte europea puntualizó que "su labor no es sustituir a las jurisdicciones nacionales", pero sí le incumbe verificar si las decisiones están de acuerdo con las disposiciones del Convenio. Carolina de Mónaco lleva reclamando desde hace más de 20 años a los tribunales alemanes que protejan su privacidad y no permitan la publicación de fotografías.