Un nuevo curso se termina en la Escuela de Artes y Oficios pero eso no significa que la actividad se detenga. Ni mucho menos. El centro está ahora en pleno proceso de matriculación para el próximo año escolar, cuando se prevé volver a rondar la cifra de los 900 alumnos, personas de diferentes edades e intereses que encuentran aquí no ya un espacio donde poder formarse y desarrollar su creatividad en distintos campos sino una experiencia vital y cultural.
Un camino compartido con una agenda repleta de exposiciones tanto dentro como fuera de sus paredes. Una senda que sigue firme a pesar de la crisis y los manidos recortes. Aunque como ayer quiso remarcar su director, José Ignacio Martínez de Arbulo, utilizando palabras de la diputada de Cultura, Iciar Lamarain, "esta escuela, que forma parte del patrimonio de la capital alavesa, no es sólo una de las más antiguas del país -data de 1774- sino también una de las más dinámicas en la enseñanza y en la programación de actividades relacionadas con el arte".
En ese afán por no parar tiene mucho que ver la iniciativa propia de los alumnos y alumnas, que por tercer año consecutivo han puesto en marcha dos iniciativas que desde ayer cristalizan de cara al público. Por un lado está la exposición, que se podrá ver hasta septiembre en el paraninfo de la escuela, con las obras presentadas al Certamen de Artes Plásticas del centro. Por otro, la nueva entrega de la revista Art-Off, de la que se han editado 2.000 ejemplares que se van a distribuir de manera gratuita.
En lo que se refiere al concurso, si el año pasado las instituciones invitaron a los alumnos a trabajar sobre la idea de lo verde por la European Green Capital, esta vez se ha seguido el mismo camino bajo la sombra del Bicentenario de la Batalla de Vitoria. Así, el lema elegido ha sido La batalla de las artes, un título tras el cual los participantes han hecho muy diferentes y variadas interpretaciones artísticas.
De entre las 42 propuestas presentadas, más que en la edición anterior, tres han sido las piezas seleccionadas, realizadas por Blanca Quintana, Myriam de Miguel y, de manera conjunta, Aitor Salazar y Amaia Lauzurica.
Las cabezas del monumento de la Batalla de Vitoria tiradas por el suelo, un futbolín en el que los jugadores son militares ingleses y franceses de la época, un juego de oscuridad y color para sugerir un momento del conflicto... Las interpretaciones realizadas, la ganadoras y el resto, muestran distintos lenguajes, técnicas y expresiones configurando un todo que se inaugura esta tarde y que podrá ser visitado a lo largo de próximos meses. El premio para los elegidos se traduce en la matrícula del próximo curso y en la posibilidad de exponer dentro de la agenda habitual de muestras del centro.
Quienes acudan al espacio para visitar la propuesta también podrán encontrarse con el tercer número de Art-Off. La revista sigue fiel a la idea que la vio nacer, es decir, ser una forma de visibilizar y socializar lo que sucede dentro de la escuela, una actividad compartida por miles y miles de alaveses a lo largo de sus 240 años de historia pero que aún así a veces da la impresión de ser desconocida o no muy valorada.
Entrevistas, miradas a artistas como Néstor Basterretxea o Gustavo de Maeztu, reflexiones, acercamientos distintas partes del centro como el taller de cerámica y alfarería... distintos contenidos se reúnen en una propuesta que se pretende ágil y atractiva incluso para aquellos más alejados de la cultura y de la vida del espacio.