san sebastián. El Festival Internacional de Cine de San Sebastián ha encargado un estudio de impacto económico para demostrar que el dinero público que las instituciones le otorgan, cada vez en menor cantidad, no son "subvenciones", sino una "inversión" que retorna "multiplicada por mucho" a la sociedad vasca.

El director del Zinemaldi, José Luis Rebordinos, explicó el motivo de la elaboración de este informe en el acto de presentación de los carteles que ilustrarán cada una de las secciones de la 61ª edición del certamen, que se celebrará entre el 20 y el 28 de septiembre. Ante una reducción de en torno a los 400.000 euros este año de las aportaciones que las diferentes instituciones públicas conceden al Festival, la organización del certamen pretende plantear argumentos de índole económica para justificar la necesidad y conveniencia de que se mantenga el apoyo público al Zinemaldi.

Rebordinos no quiso adelantar las conclusiones del estudio, que dijo que son "muy interesantes", y emplazó a una comparecencia de prensa que el Festival organizará el mes que viene con la empresa que ha elaborado el informe, el primero de estas características que encarga el certamen donostiarra. "Creíamos que con la que está cayendo es importante explicar que las instituciones públicas no están dando subvenciones al Festival de San Sebastián, sino que están invirtiendo en el certamen y que ese dinero que ponen vuelve multiplicado por muchísimo a la ciudad, al territorio y en algunos casos vuelve directamente a alguna de las instituciones vía impuestos", afirmó Rebordinos.

Este año el Zinemaldia se enfrenta a una "situación económicamente muy complicada" que obliga a sus responsables a trabajar hasta el último momento para obtener financiación, aunque lo mismo ocurrió el pasado año. Rebordinos espera mantener un buen nivel para el Festival de este año, tras un 60º aniversario que fue "una edición especial", en la que confluyeron varios factores: se logró recuperar la presencia del cine de Hollywood, se exhibieron películas españolas de calidad -sumaron más de 50 nominaciones a los Goya-, y, por primera vez, se produjo una actividad comercial "real" de la industria internacional.

un laberinto multicolor La presentación de la 61ª edición comenzó ayer con la exhibición de los carteles, pero Rebordinos desea empezar ya a hablar de cine y de artistas, por lo que adelantó que el próximo lunes probablemente se anunciará el primer Premio Donostia y la película con la que acudirá a San Sebastián.

El cartel de la edición de 2013, obra del diseñador gráfico y fotógrafo catalán Toni Pontí, muestra un laberinto multicolor de círculos concéntricos sobre un fondo negro, que remite a la imagen de un ojo, o incluso del obturador de una cámara. Pontí explicó que la estética del cartel responde al "aire fresco, colorista, libre de prejuicios y pop" de la década de los 60, un guiño a los 61 años que cumple el Zinemaldia este año.