MADRID. A caballo entre Los Ángeles y España, el polifacético Jordi Mollá, actor, director, pintor y escritor, reconoce que le gustaría tener un Óscar o un Goya, pero considera que no está "a la altura de Javier Bardem ni Penélope Cruz". Mollá, de 44 años, se define "de momento" como actor y precisa: "He estado cinco veces nominado (al Goya), aunque no quiero el de toda la vida", puntualizó en el programa de radio La hora de Luján.

Con veinte años de carrera, Jordi Mollá, que ha trabajado en Hollywood con actores internacionales como Tom Cruise, Benicio del Toro o Johnny Deep, negó que el público le reconozca como una gran estrella, como a los oscarizados Javier Bardem y Penélope Cruz. Honesto, Mollá dijo que es una persona que no cuenta "mentiras" y eso le hace estar "con los pies en el suelo", por lo que reconoce que su carrera "no ha sido como una explosión tremenda".

Todavía, reiteró, no le ha llegado "el salto cualitativo como el que tienen Javier y Penélope", pero no pierde la esperanza de que un día le llegue "un guión bueno y tenga una nominación a los Óscar al mejor actor". Preguntado por el futuro, el catalán dijo que no sabe lo que va "a ser". "Soy un actor que pinta, un actor que escribe, un actor que es un sex-symbol, un actor que dirige, que hace fotos, en fin, pero no soy el único, hay muchos actores. Tengo asumido que soy esto". El intérprete de éxitos cinematográficos como Jamón, jamón, La buena estrella, Los años bárbaros o El cónsul de Sodoma, tiene en la actualidad una película en proyecto en Italia y está preparando dos exposiciones, una en México y otra en Londres.

Y aun así, no le falta tiempo para anhelar una vida tradicional. "Vengo de una familia en la que durante tres generaciones, no hay un solo divorcio, y yo soy el único soltero", aseguró. Este licenciado en Administración de Empresas confesó que le gustaría ser padre, sin embargo, ahora mismo, no hay ninguna mujer en su vida, porque quiere "hacer las cosas bien" y no "construir para destruir". Confía en que encontrará a la mujer de su vida, aunque, después de desearlo durante años, confiesa que ha perdido las expectativas y se aplica la filosofía de "lo que tenga que venir vendrá".

"Estoy seguro de que voy a encontrar a la mujer de mi vida en una gasolinera, en un supermercado, en un peaje o en un hospital", afirmó el catalán, quien durante años quiso casarse y tener hijos, era su "plan", pero como no se hizo realidad, el actor español dijo que ya no tiene "expectativa"