berlín. La cineasta catalana Isabel Coixet, rostro habitual de la Berlinale, presentó ayer en la capital alemana, arropada por Candela Peña y Javier Cámara, Ayer no termina nunca, "una historia romántica" en el marco de la actual crisis económica, indicó la realizadora.

Aunque la cinta, que celebra su estreno mundial fuera de concurso en la sección Panorama Special, se desarrolla "en el marco de la crisis", es "una historia de una pareja y de cómo se enfrentan a una tragedia y de cómo hombres y mujeres ven las cosas de una manera completamente diferente", explicó Coixet. "Es una historia de amor de una pareja que se ha querido muchísimo y que ese momento en el que se miraron, que sus caminos se cruzaron, es un momento definitivo y sobrepasa ese momento incluso de la tragedia que han vivido", precisó.

Para esta pareja, "las cosas se torcieron, pero hubo un momento en el que había un destello, un enorme destello de felicidad" y de lo que se trata es de "recuperar ese momento". Coixer reconoce que "durante mucho tiempo he huido de una realidad concreta, he huido de abordar temas clave en la realidad española, pero esta vez es que es ineludible, no es oportunista, es que es inevitable, no hay manera de escapar, como cineasta, como espectador, como ciudadano y como cajera del Día".

La obra se desarrolla en 2017, porque, según la cineasta, "ese pequeño salto al futuro" permite "una cierta distancia para medir las consecuencias" de lo que se está viviendo hoy. "Me encantaría equivocarme, que realmente todo cambiara para bien, pero tal como están las cosas ahora, no veo que vaya a ocurrir".

En este sentido, se muestra convencida de que "la pulsión del arte continuará pase lo que pase" pero critica el "secuestro de la sanidad y la educación, ya que es ahí es donde nos jugamos la vida como sociedad".