Si aún no lo hemos hecho, todavía tenemos tiempo de visitar la exposición del artista Enrique Flores titulada Si no puedo dibujar no es mi revolución. Tenemos tiempo para acercarnos al espacio alternativo de arte y cultura Zuloa y sumergirnos en la fresca e intensa obra de este incansable creador que parece haber nacido con un rotulador pegado a la mano.

Enrique Flores homenajea con el título de esta muestra a Emma Goldman cuya frase Si no puedo bailar no es mi revolución le sirve para presentar una selección de trabajos gráficos que ha ido creando desde la primera acampada del movimiento 15M en la Puerta de Sol de Madrid hasta los últimos incidentes relacionados con la huelga general del 14 de noviembre. También la exposición es acompañada, reforzada, con la presencia del libro Cuaderno de Sol (Blur Ediciones), pergeñado en torno a dicha acampada. Esta publicación, prologada por Elvira Lindo, recoge una selección de esos cientos de dibujos que Flores realizó a pie de calle, dibujos que nos explican quiénes fueron los protagonistas del 15M y por qué estaban allí. El autor sustrajo horas de sueño para documentar el que quizá haya sido el movimiento ciudadano más relevante de la historia de la democracia española.

"Nos hemos acostumbrado a que nos cuenten la vida a través de fotografías y vídeos, pero el dibujo ofrece la posibilidad de entablar una conversación de tú a tú que me parece muy interesante", dice Flores, cuyo objetivo con estos trabajos, realizado al momento y en circunstancias de todo tipo -de en pie, entre cargas policiales, etc.-, estriba en difundir los movimientos sociales que toman las calle como espacio de lucha, reivindicación?.

La subjetividad del dibujo de Flores le permite acercarse a situaciones en las que quizá un fotógrafo no sería bien recibido. Flores no pasa desapercibido, pero así como el aparato policial puede considerar "peligroso" a un fotógrafo, un dibujante parece inofensivo. Aunque, como podemos observar en la exposición, el trabajo de este dibujante no es amable, no es innocuo, ya que retrata situaciones bastantes crudas, en ocasiones. Por otra parte Flores no es un periodista, no filtra, no contrasta fuentes, retrata lo que ve, lo que le rodea. Los dibujos siempre van acompañados de resumidos textos, que le permiten -o nos permiten- contextualizar el dibujo. En ese sentido, al mezclar dibujos y texto, y al existir un tempus (hablamos de diarios gráficos), casi podríamos hablar de cómic documental. Pero un cómic realizado en los propios espacios en los que se desarrolla la acción.

Flores nació en Badajoz en 1967, se licenció en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid e hizo un Master in Arts en Diseño Gráfico en Central Saint Martins College of Art and Design de Londres. Ganó el Premio Lazarillo de Ilustración 2010. E ilustró la sección La cuarta página para el periódico El País. Un buen currela, en definitiva.