Vitoria. Tarde o temprano, Max Estrella acaba volviendo a todos los escenarios. Con su última encarnación en tierras alavesas en las barbas de Ramón Barea, es el turno de que La Perla 29 aporte su propio acercamiento a la pieza por todos asumida como esencial en el último siglo teatral, al libreto Luces de bohemia, de Valle-Inclán, que vuelve a Gasteiz, esta noche a las 20.30, de la mano de Oriol Broggi.

Lluís Soler, Xavier Boada, Manel Dueso, Camilo García, Marissa Josa, Jordi Martínez, Jacob Torres y Ernest Villegas componen aquí la nómina de intérpretes que da vida a un elenco de veinte personajes que se suceden en la hora y media -texto limado- de montaje.

"Valle-Inclán escribió Luces de bohemia desde una actitud crítica y radical respecto a la España oficial de su tiempo, siendo muy consciente de que el sistema político de la restauración estaba agotado y que por un lado iban los políticos y por otro la realidad social", explica el director de la pieza, recordando a una situación que parece demasiado próxima, mostrando, como suele ocurrir con los textos sólidos, la vigencia de la obra que hoy llega a la calle San Prudencio. "Valle-Inclán denunció los excesos del sistema a través de la sátira. Y la obra va más allá explicando otra manera de entender la cultura española y al mismo tiempo propone una visión muy trágica de la existencia. Entre la sátira y la elegía grotesca encontramos el recorrido completo hacia el esperpento, descrito por Valle-Inclán". Max Estrella vuelve a Gasteiz. Seguramente no será la última. Seguramente convocará a un buen número de espectadores dispuestos a comprobar cómo es el acercamiento a la obra que propone La Perla 29, otra relectura de una pieza sinónimo del esperpento.