Vitoria. No hay amante de las compras que no haya pasado por allí si se deja caer por París, y no hay parisino que reconozca de lejos su emblemática cúpula. Son las Galerias Lafayette: la tienda entre las tiendas. Todas las grandes marcas francesas e internacionales están representadas en este espacio de 65 000 m2: lo mejor de la moda (masculina, femenina e infantil), de la belleza, de la decoración interior así como ultramarinos de calidad. La visita a esta tienda es un lujo para los sentidos
"Se construyó en el año 1912 y es una ampliación de la tienda, ya que esta abrió en el 1894 en una superficie muy pequeña, de 70 metros cuadrados, pero se desarrolló muy rápidamente y acabaron en el bulevar Haussmann, donde construyeron esta ampliación espectacular, creando un teatro de la moda", explicaba esta semana Florence Brachet, la responsable de patrimonio de las míticas Galerías. Unas palabras más que acertadas, sobre todo si se tienen en cuenta que a este mítico establecimiento se le ha otorgado por méritos propios el sobrenombre de el teatro de la moda.
El inicio del siglo XX llevó a sus dueños a buscar un espacio más vistoso que la calle Lafayette, hoy situado en el flamante boulevar Haussmann, y a centrarse en el sector del lujo y la moda, especialmente gracias a la enorme afluencia de clientes extranjeros de paso por la capital francesa. Como parte de esa transformación, hoy se hace evidente la popularidad del comercio a través de un constante goteo de turistas armados con cámaras que siempre deambulan por el establecimiento, fotografiándose debajo de la cúpula o desde la terraza, con la torre Eiffel detrás o utilizando la basílica del Sagrado Corazón como fondo.
La cúpula que corona el majestuoso espacio en el que se encuentran las galerías, en el distrito noveno de París y a escasos metros de la Ópera Garnier, ha contado con el talento del arquitecto Rem Koolhaas y del artista plástico Yann Kersalé para actualizarse en esta centenaria ocasión.
Kersalé ha instalado una "crisálida" luminosa que se enciende cada noche a partir de las siete y media, desplegando una suerte de ligera malla blanca y luminosa sobre la fachada del edificio, con luz que ilumina el sombrío otoño parisino.
"Este trabajo parte de la realización de Louis Majorelle (creador de parte del trabajo original), que ya en 1912 había previsto una instalación para dar luz a todo ese atrio. Volvemos a conectarla con la tecnología del siglo XXI", resumía Brachet.
Dentro, en la primera planta, un pasillo-túnel decorado con alegres carteles retro conduce al visitante hasta la Galerie des Galeries, espacio expositivo donde se han reunido una serie de objetos que representan la esencia de la maison a lo largo de 10 décadas: catálogos antiguos, maniquís decimonónicos, cajas registradoras, un espejo de 1910, una maqueta del grand escalier, fotos del aviador Jules Védrines haciendo aterrizar un aeroplano sobre la azotea de las galeries en 1919...
Todo ello, completado con un muro de la fama en el que se exhiben las fotos de creadores con los que la empresa ha trabajado (Christian Lacroix, Agnès B, Sonia Rykiel, Daniel Hetcher, Inés de la Fressange, Jean-Paul Gaultier, Philippe Katerine, David Lynch...).
Y, es que, estas Galerías tienen mucho que contar, sobre todo porque las exposiciones artísticas, las promociones excepcionales de productos y la decoración de los escaparates del Bulevar Haussmann por diseñadores ofrecen al visitante una experiencia de compras única. (Y se puede utilizar la tarjeta Corte Inglés para realizar las compras).
Además de las compras, las Galerías Lafayette han hecho marca de las casa actividades como desfiles privados de moda, cursos de maquillaje así como talleres dedicados a la gastronomía francesa con degustación de vinos, panes y quesos.