MADRID. No son pocas las veces que los fotógrafos han pillado a Pamela Anderson en un estado más que ebrio. México, Los Angeles y Miami son algunos de los rincones en donde hemos podido ver a la chica Playboy de lo más eufórica como consecuencia de la excesiva ingesta de alcohol.
El último episodio se ha registrado en el salón Trousdale de Beverly Hills, donde Pamela acudió para celebrar su regreso al reality Dancing with the stars que volverá a las pantallas el 24 de septiembre por la cadena ABC.
Al principio de la noche, pudimos ver a una Pamela más que sexy con un minivestido blanco y una cuidada melena pero cuando salió del local su aspecto era más que desastroso.
Casi sin poder tenerse en pie, la actriz llevaba el vestido descolocado, la melena alborotada y el maquillaje completamente corrido. Una escena, que de tanto repetirse tampoco nos sorprende demasiado.
¿Debería Pamela cambiar sus hábitos o simplemente se trata de ligeros excesos puntuales?