pamplona. Evidente y quizá tópica la pregunta pero, al margen de su concepto viajero, ¿por qué 'Idas y venidas' para el periodo 2009-2010?
Mal empezamos (risas). Pero tú, ¿cuánto preguntas? (risas). Lo que está detrás del título es justamente el sentimiento que tenía de estos dos o tres últimos años, en los que me he cambiado de casa varias veces, he realizado varios viajes fuera y tengo esa sensación de ir de un lado para otro... Igual me viene bien, porque las cosas suceden así. No tiene más misterio.
A su modo, y al hilo de una de las citas que se apunta en el libro, Sánchez-Ostiz, a su manera, pretende con los dietarios "flagelar a la humanidad noche tras noche".
(Risas). No, yo no soy el duque de Saint Simon. Yo lo único que pretendo es explicar y explicarte. Dialogar con uno mismo, dialogar con los demás... Es algo muy sencillo y muy modesto. La escritura del día a día es modesta en pretensiones literarias.
La historia, cercana y no tanto, marca el devenir de la obra, convirtiéndose en uno de los ejes de análisis por parte del autor.
Si en julio, por ejemplo, se habló del alzamiento militar del 36, es porque fue noticia del día pero también porque en los últimos tres o cuatro años los comentarios sobre el origen de la Guerra Civil en Navarra han sido constantes. Y, por cierto, hablando de este asunto, en octubre saldrá, también con Pamiela, El Escarmiento, una novela sobre el comienzo de la Guerra Civil en Navarra, sobre los primeros meses de la contienda.
Por otra parte, en ocasiones, el dietario casi parece más un compendio de citas literarias...
Normal, es que yo soy un tipo libresco. Cuando no estoy andando por el campo o viajando, estoy encerrado en una habitación rodeado de libros, de papeles y de gaitas. Pero hay gente mucho más erudita que yo.
¿Que sucederá con libros como éste cuando sean leídos por las nuevas generaciones?
Les importa un carajo, no les interesa nada. El mundo libresco es un mundo que se acaba, es muy minoritario. Está claro que los usos y los gustos lectores han cambiado mucho. Se leen otras cosas o se leen de otra manera.
Lo dice un escritor que hace uso habitual del blog digital y de Twitter...
Con el blog he descubierto muchos cabrones y mucha cobardía moral. Y el Facebook no me gusta. Pero lo que sí veo es que todas estas redes sociales se llevan por delante una cantidad de tiempo enorme, tiempo que antes las personas empleaban en la lectura de un libro, lo que significa ir de una página a otra. Sin embargo, en un blog o en Facebook, no lo haces; vas entrando y saliendo, todo son cosas cortas y demasiada cantidad de información.
Entre las curiosidades y personajes históricos no muy conocidos que desempolva, aparece la escritora pamplonesa María Luisa Elío, fallecida en 2009, a la que está dedicado 'Cien años de soledad'.
Es un personaje importante de la intrahistoria de Pamplona. Las circunstancias en las que su padre se libró de ser ejecutado el primer día de la guerra, cómo vivió escondido cuatro años en la Vuelta del Castillo, el libro que escribió y como se escaparon su mujer y sus hijas a México configuran una historia que ejemplifica mucho lo que sucedió aquí... Posteriormente, María Luisa Elío escribió un libro sobre el reverso de Pamplona, que se titula Tiempo de llorar, que es una maravilla, magnífico. O las memorias de su padre, en las que cuenta como estaba escondido en un gallinero al lado de la Misericordia, desde donde oía los fusilamientos... un asunto que acojona.
¿Es duro consigo mismo Miguel Sánchez-Ostiz en 'Idas y venidas?
Si lo soy, no he sido consciente. Lo que intento es ser lúcido conmigo mismo, aunque igual lo tenía que haber hecho con humor. Riéndome un poco de mí: "No te las de viajero, Miguel, si en realidad no se viaja" (risas). Hoy en día es más peligrosa la gente uniformada detrás de una ventanilla que la selva.
¿Se ha desnudado?
Tampoco soy consciente de haberme desnudado. He intentado hablar de mí mismo con sinceridad y franqueza, nada más que eso. Hay gente que lo hace mejor y de forma más valiente que yo.
¿El dietario, como ejercicio literario, es un buen ejemplo de que es más importante el camino recorrido que la meta?
Claro. Por supuesto. Precisamente sobre esto estaba escribiendo en el avión a la vuelta.
Apuntaba que en octubre se editará su nueva novela, 'El Escarmiento', apenas un año después de que viera la luz 'Zarabanda'. ¿Ha escudriñado las claves su prolífico momento literario?
Supongo que es la edad. Es algo muy común que entre los 60 y 70 las cosas se precipiten, se depositen... Hay un trabajo de media vida que se va reuniendo y vas dando forma a bastantes libros que estaban empezados pero sin terminar, o realizando proyectos que era urgente hacer. Pero sí, la verdad es que tengo bastantes cosas entre manos, al margen de los dietarios, claro.
Sentados en una mesa Miguel Sánchez-Ostiz, Enrique Villarreal 'El Drogas', Kutxi Romero y Patxi Irurzun. ¿Qué salió de aquél encuentro?
Fue cojonudo. Es una gente con muchísimo talento. El Kutxi tiene un talento literario, musical y vital explosivo. El Drogas lo que tiene es el poso de mucha vida. Es un tipo de una gran riqueza interior. Y el Patxi Irurzun, que parece que no ha matado un mosca, lo que tiene es un talento literario que te cagas. Escribe como quiere ese chaval. La verdad es que las albóndigas en Cuatro Vientos fueron estrepitosas. A ver cuándo tocan las próximas.