Vitoria. Muchos fueron los que hace algo más de un año miraron con cierta extrañeza el nacimiento del festival de música electrónica y arte urbano DKastle, no tanto por su cartel o su apuesta en tiempos de crisis como por el lugar elegido para ser su escenario: la Torre de los Varona. Sin embargo, los más de 1.500 asistentes al maratón sonoro que se produjo el 30 de julio de 2011 llenaron de razones a los organizadores para pensar en una segunda entrega. Pues bien, ésta llegará el próximo 28 de julio desde las 18.00 horas y hasta la nueve de la mañana del día siguiente, también con el edificio medieval ubicado en Villanañe como testigo privilegiado.

Todavía son varios los detalles que quedan por configurar de cara a una segunda edición que, eso sí, ya tiene configurado parte de su cartel y ha puesto a la venta sus entradas anticipadas. En este segundo caso, cabe señalar que aquellos que quieran asistir al festival pueden retirar sus pases por 30 euros tanto en Vitoria (El Conjuro Taberna) como en Bilbao (Zerua Rock Bar).

En lo que respecta los artistas que tomarán parte son varios los nombres que han confirmado su asistencia, destacando, con respecto a hace doce meses, que además de la electrónica, contarán representación el pop, el funk, el hip hop y el reggae. Cristitan Varela y el cuarteto Dorian destacan dentro de un ramillete de músicos entre el que también figuran RdeRumba, Thee Brandy Hips, Happy Morgue, Mamba Beat, Kike Pravda, Soulrack & Mikel_E, Gobeo Bay, Hemu Goa, Junior, Dj Seks, Ochoa, Dj Nead, Alberto Gibaja, Pepote, David Poo, David Pereda, Dj Trampas y el colectivo gasteiztarra GK Sound.

Todos ellos se citarán el sábado 28 de julio en un espacio que, además, contará con un espacio de mercadillo que también acaba de poner en marcha la recepción de solicitudes para aquellos que quieran tomar parte con sus productos.

Asimismo, como sucedió en 2011, el arte urbano tendrá una especial importancia dentro de la oferta planeada, con diferentes demostraciones de graffiti y otras expresiones.

Con todos esos elementos, DKastle intentará no sólo repetir lo conseguido el año pasado, también en lo que respecta a sensaciones ya que no todo son números de asistencia, sino dar pasos hacia la consolidación de una apuesta singular, para empezar, por el contexto físico en el que tiene lugar.

Lo cierto es que tal y como se encuentra la situación económica, parece un milagro el hecho que de un festival con sólo una edición apueste por repetir. Pero hay vida más allá de la tan repetida crisis y DKastle no quiere que el camino iniciado en 2011 se cierre en falso cuando los números de asistencia habla de que existe una demanda con ganas de disfrutar de su oferta.

A eso hay que añadir que la celebración del evento supone también otro reclamo turístico más que interesante no sólo para la Torre de los Varona, un emplazamiento de visita obligada en cualquier momento, sino también para el resto de la zona donde se ubica.