En realidad, el libro celebra su día este lunes, pero en muchos lugares de dentro y fuera del Estado, los actos que suelen acompañar a esta fecha reivindicativa, festiva y comercial arrancaron ayer para alargarse todo el fin de semana. Gasteiz no es una excepción. Tampoco otros puntos de Álava.

Mientras son cada vez más los que almacenan cientos de títulos en una única página con forma de pantalla, los primeros que ayer empezaron a realizar su particular homenaje a la palabra escrita en la capital alavesa lo hicieron con dos maratones en los que lo normal, por así decirlo, fueron las tapas y hojas de siempre. Jóvenes y no tanto arrancaron a las diez y media de la mañana su lectura continuada de poesía en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa, una cita que, tras el pequeño paréntesis de la hora de comer, siguió hasta las siete y media de la tarde.

A modo de escenario, la misma entrada del espacio de la Florida se llenó de sillas, público y rapsodas de todo tipo de condición, gustos e intereses, siguiendo lo ya propuesto el año pasado.

La biblioteca de Artium tomó el relevo al mediodía, como en ocasiones anteriores, con una doble oferta. A esa hora se inició otro maratón, el de la lectura de textos relacionados con el arte. La diputada Iciar Lamarain fue la primera en tomar la palabra, recordando el bombardeo de Gernika y cómo Picasso empezó a pintar su famoso cuadro tras tener noticias. Y es que esta pieza inspira también, ahora que se cumplen 75 años del ataque, la otra propuesta del museo, una exposición bibliográfica sobre el autor y su creación, que se suman a Tiempo y urgencia, la revisión a tamaño real que Amondarain ha hecho sobre el proceso de creación de la famosa pintura y que también se puede ver en el centro.

Pero ahí no quedan las citas preparadas por las distintas instituciones. Más allá de lo que tendrá lugar el lunes y en días sucesivos, el fin de semana también presentará distintas ofertas en la capital alavesa. Los museos de la red foral tendrán guiños especiales con sus visitantes, más allá de organizar distintos talleres. Además, la Plaza Nueva acogerá a los libreros vitorianos y sus puestos.