Barcelona. La abogada y escritora argelina Wassyla Tamzali, abanderada del feminismo y el laicismo, cree que el auge del islam se debe en parte al racismo de Occidente, y, aunque reconoce que la mujer se ha alfabetizado en los países árabes, lamenta que la "ley del harén" haya entrado en las empresas.

Tamzali (Argelia, 1941), que durante 20 años dirigió el programa de la Unesco por la igualdad de género, presentó en Barcelona su nuevo libro: Mi tierra argelina. Una mujer entre la revolución y la guerra civil (Saga Editorial), en el que narra su desencanto como testigo de la historia reciente de Argelia. La autora explica que concebió el libro como la explicación de la utopía de los años 60, la descripción de la felicidad de los primeros años de la independencia de su país y la frustración del fracaso. Sobre la situación de la mujer en los países árabes, Tamzali, de madre española que se convirtió al islam por amor, opina que, aunque las leyes no han evolucionado desde los años 60, "ha mejorado su alfabetización y hay más mujeres que trabajan, pero la sociedad se ha islamizado más". "Ahora una mujer puede ser directora de un banco, pero en Argelia, contrariamente a Europa, el desarrollo de las capacidades profesionales no ha ido a la par con la legislación, porque una mujer ministra viuda y con un hijo de 20 años aún tiene que pedir permiso a su hijo".

política, no religión "Hemos desarrollado la presencia de la mujer en los lugares de trabajo, pero nuestra utopía era que las leyes del trabajo entraran en las casas y ha sucedido lo contrario, la ley del harén ha entrado en las empresas", lamenta la autora, que afirma que la cuestión de la mujer en los países árabes "es una cuestión política, no religiosa" y denuncia que "los 50 años de régimen autoritario han llevado a un desmoronamiento político y moral de Argelia, por lo que los únicos valores morales reconocidos son los de la religión". Para Tamzali, el islam no ha evolucionado y ha conservado "una dimensión sexual en toda la cultura islámica y en los países árabes, donde la virginidad es fundamental y aumentan las mujeres que se reconstruyen el himen para casarse".