El saber popular sostiene que cuando se cierra una puerta, se abre (al menos) una ventana. Lo cierto es que días después de clausurar Chillida Leku, la familia del escultor pudo celebrar una buena noticia. Después de quince años paralizado, el proyecto artístico de la montaña Tindaya dio un paso adelante el pasado enero con la firma de un acuerdo en Donostia. Entonces, el Gobierno canario manifestó su propósito de convocar antes de dos meses un concurso público para la obra que Eduardo Chillida proyectó en la isla de Fuerteventura, licitado en unos 75 millones de euros. El objetivo era que la construcción comenzase este mismo año. Esto no ha sucedido, pero parece que el proyecto no ha caído en el olvido gubernamental. Hace unos días, el consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial de Canarias, Domingo Berriel, aseguró que "el desarrollo del proyecto no se detendrá" y que "se trabaja para crear la Fundación ideada junto a la familia Chillida para poder desarrollar" la idea del escultor "y sacar el concurso". Pero esta vez, según precisó, se hará "a través de la iniciativa privada".