madrid. Una careta de Anonymus sobre un fondo gris con las manos en alto de miles de personas indignadas abre el cómic 15M. Voces de una revolución, que rinde homenaje a aquellos ciudadanos que se echaron a la calle para protestar contra el sistema.

Los autores, el ilustrador Patricio Clavey y la guionista Lara Fuentes, han querido, en palabras del primero, "inmortalizar a todos aquellos ciudadanos que salieron a las plazas españolas para protestar contra un sistema político y económico que nunca ha funcionado bien". Fuentes añade que ambos están "muy de acuerdo ideológicamente con el movimiento", y relata que estuvieron "en muchas concentraciones que se celebraron en la Plaza de Catalunya" (Barcelona) para "contribuir de alguna forma a la causa, y qué mejor que hacerlo como sabemos, haciendo cómics".

Y así, con esa idea estos dos amigos decidieron poner en marcha su primer cómic conjunto. 15 M. Voces de una revolución (Panini) se remonta al origen del movimiento con la frase "todo comenzó en Islandia, uno de los países de mayor calidad del mundo", para después ir dando voz a distintas personas, pertenecientes a diversos estratos sociales.

Los protagonistas no son reales, comenta Fuentes, pero sí son representativos de toda la gente que se unió al movimiento. Una estudiante de 21 años se queja de tener que compaginar sus estudios con el trabajo de pizzera porque no consigue un contrato, mientras que un jubilado condena la actuación violenta de la Policía. Todo ello con una instantánea que se repite a lo largo de las viñetas y que muestra a los gobernantes, empresarios y banqueros con formas animales como ratas, cerdos o monos. "Es una clásica metáfora visual. Los seres humanos son la raza dominante, que piensa y que tiene herramientas para construir grandes cosas, pero aquí los animales representan la ignorancia de aquellos que lo han hecho mal y que han perjudicado a la sociedad", señala Clavey, licenciado en Bellas Artes.

Con una técnica en el dibujo muy depurada y con una estética lúgubre de tonos verdes grisáceos que transmiten "el sentimiento de desesperación que sufre la gente hoy en día", el libro va desgranando estas historias en siete capítulos, que arrancan con distintos artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. "En un principio pensamos en la Constitución, pero cuando leímos la Declaración de los Derechos Humanos vimos que era lo más sintético". >efe