Un provocador tímido a más no poder, una gran voz que nunca se quiso educar, un compositor brillante al que a veces le costaba expresarse al hablar, un rockero que hacía música disco, un homosexual enamorado de una mujer... Todo eso y mucho más era Freddie Mercury, un genio lleno de contradicciones que hoy sigue de actualidad y eso que no quería vivir para siempre. El 24 de noviembre de 1991 el mundo se estremeció al conocer su muerte a causa del sida, una enfermedad que le costó reconocer aunque era vox populi que la padecía. Este jueves se cumplirán 20 años de esa fatídica jornada y mientras se sigue sin saber dónde se esparcieron sus cenizas, hay quien anuncia incluso la publicación de temas nuevos grabados por él.

Más allá del uso inmisericorde que se hace en cualquier competición deportiva del We are the champions, cualquiera con un mínimo interés musical, aunque esté alejado por completo del rock, es capaz de reconocer temas como Bohemian rhapsody, Under pressure, I want to break free, Who wants to live forever, Another one bites the dust, Crazy little thing called love, The show must go on... ¿Quién no ha acompañado alguna vez con sus palmas la batería de We will rock you? Mercury, sobre todo con Queen pero no sólo a través de su grupo, creó un sello propio tanto en su sonido como en sus apariciones en directo. Hoy es el día en el que absolutamente nadie ha conseguido superar su fuerza, capacidad, actitud, aptitud, carisma y extravagancia sobre un escenario, por mucho que incluso algunas supuestas reinas del pop quieran emularle. Él, dos décadas después, sigue muy por encima del resto.

Eso sí, el estiramiento que algunos están haciendo de su legado resulta indigno para muchos de sus seguidores en todo el mundo. El resto de Queen (es decir, Brian May, Roger Taylor y John Deacon) ha ido buscando en este tiempo un sustituto para no aportar nada nuevo al sonido de la banda, sólo para hacer el karaoke por medio mundo sacando dinero del que ya no está. Apariciones como la que hace unos días se produjo en los EMA de la cadena MTV ponen los pelos como escarpias a unos fans que, con buen criterio, prefieren quedarse con el combo antes de aquel 24 de noviembre. Claro que esto no es nada, puesto que el trío superviviente planea para 2012 sacar un disco de duetos que Mercury dejó, por ejemplo, con el también malogrado Michael Jackson. Hay muertos muy vivos en esto de la música.

La persona y el personaje Es indudable la huella que Freddie ha dejado en muchos artistas, más allá de un género o disciplina concreta. Y como gran figura mediática que fue son casi incontables los rumores, leyendas y cuentos chinos que rodean su persona, máxime teniendo en cuenta que él ya no está para defenderse (su último compañero sentimental también falleció el año pasado dejando para los restos una biografía, cuando menos, cuestionable).

En realidad, este inglés nacido en Zanzíbar bajo el nombre de Farrokh Bulsara y que se despidió de la vida con sólo 45 años fue un artista que vivió el mundo de la música hasta el exceso pero siendo celoso de su intimidad y, sobre todo, combinando su fama internacional con una timidez que siempre destacaron sus más cercanos. Para los cotillas quedará su relación con su ex pareja y amiga Mary Austin, o las crónicas de sus supuestas fiestas multitudinarias, o...

Su música y su leyenda han contribuido a mantener viva la figura de un hombre que, no hay que olvidarlo, fue fustigado en muchas ocasiones por la crítica especializada, que llegó a insultar de manera grave alguno de sus discos y determinadas polémicas actuaciones y vídeos. Y, sin embargo, 20 años después nadie ha conseguido que su espectáculo termine.