VALLADOLID. "La Seminci y cuantos han contribuido a que el festival se haya convertido hoy en un referente cultural a nivel nacional a lo largo de sus cincuenta y seis ediciones, lamentamos profundamente su pérdida", señala la organización a través de una nota.

Luis Huerta, estudiante de la Universidad de Valladolid, propuso en 1956 al entonces delegado provincial del Ministerio de Información y Turismo, Antolín Santiago y Juárez, ambientar con una manifestación de cine católico la llegada de la Semana Santa a la capital, con fines religiosos pero también de promoción turística.

Surgió así, ese mismo año, la I Semana de Cine Religioso, que en años posteriores añadió la denominación de Valores Humanos y más tarde adoptó la actual y definitiva denominación de Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Luis Huerta organizó esa primera edición, ofició como secretario general y seleccionó las seis películas que se proyectaron: "Una cruz en el infierno", de José María Elorrieta; "La guerra de Dios", de Rafael Gil; "La mies es mucha", de José Luis Sáenz de Heredia; "Balarrasa", de José Antonio Nieves Conde; "El Judas", de Ignacio F. Iquino, y "Cristo", de Margarita Alexandre y Rafael Torrecilla.

Así consta en el libro titulado "Una ventana al mundo. 50 años de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (1956-2005)", editado por el festival en 2006 para conmemorar su medio siglo de vida y del que es autor el crítico, periodista y escritor cinematográfico César Combarros Peláez.