madrid. Un alud de cien actores rusos ponen en pie desde hoy en el Centro Dramático Nacional (CDN) la colosal disección de la realidad y del ser humano que el que está considerado como uno de los "más grandes" autores anglosajones vivos, Tom Stoppard, hace en La costa de la utopía, su inmensa saga sobre la Rusia prerrevolucionaria. El escritor presentó ayer en la sede del CDN la puesta en escena de su "descomunal" trilogía, traducida al año pasado al castellano, y a su director, Alexei Borodin, "un hombre brillante " que ha entendido a la perfección esta obra "grande y arriesgada", según Stoppard. La gran lección de historia, vida y teatro que es esta obra la representará, en ruso, el Teatro Académico de la Juventud de Rusia (RAMT), dividida en Viaje, Naufragio y Rescate -miércoles, jueves y viernes- para hacerlo de forma conjunta el 1 de octubre. "Esta internacionalización de mi trabajo me parece sorprendente y novedosa, un fenómeno en el mundo pero también en mi propia vida", admitió el autor, nacido en 1937 en Checoslovaquia como Tomas Straussler y "convertido" en Stoppard a partir de la boda de su madre con un oficial británico. Cuando empezó a escribir la obra, dijo, el mundo "era mucho más nacionalista; ahora las fronteras parecen haberse difuminado algo. El público viajaba menos, pero ahora está mucho más acostumbrado a ver teatro subtitulado", como sucederá en el CDN.