salvador de bahía. Hay historias que parecen surrealistas. La última de ellas ha tenido lugar en Salvador de Bahía. Una mujer no podía soportar que su marido tuviera una amante y no se le ocurrió otra opción que encargar su asesinato. Para ello, contrato a un expreso para que cometiera el crimen.

Todo parecía ir sobre ruedas y el plan se estaba cumpliendo. O, al menos, eso era lo que pensaba la despechada esposa. Como prueba de que el crimen se había cometido, el supuesto asesino mandó una fotografía de la víctima ensangrentada. Pero lo que, en principio, era sangre, finalmente se descubrió que era ketchup.

Y todo se destapó cuando en una feria popular la mujer que había pagado al matón se topó con él y con la supuesta víctima. Y no los encontró de cualquier forma, sino besándose. Ante la sorpresa de la mujer, el hombre reveló que se había arrepentido en el último momento y que para no devolver el dinero había fingido la muerte.