venecia. La película Fausto, del cineasta ruso Alexander Sokurov, fue galardonada ayer con el León de Oro en el 68º Festival Internacional de Cine de Venecia, donde el cine asiático acaparó gran parte de los premios y en el que el actor Michael Fassbender se llevó la Copa Volpi.

Fausto, película con la que Sokurov realiza una visión entre líneas del clásico de Goethe y que sonaba como clara favorita estos días al máximo premio de la Mostra, obtuvo el León de Oro gracias a la unanimidad de un jurado que estuvo presidido por el cineasta estadounidense Darren Aronofosky. "Para mí es una cuestión de principios que mi filme sea visto, es decir, acercarlo a la gente. Esta era nuestra tarea al venir aquí a Venecia. Y después ha sucedido un caso increíble: hemos sido entendidos, algo que no sucede a menudo", comentó Sokurov tras la ceremonia de entrega de premios. "Llegué a Venecia con un sentimiento confuso, porque el sistema del concurso en un festival grande está ya superado. Hace falta inventar un sistema nuevo de festivales de cine y hacer verdaderamente exhibiciones de arte y no ferias de vanidades. El único problema es que los periodistas no lo querríais aceptar, ni tampoco la tv. Pero la minoría a veces tiene razón", añadió.

Otro de los nombres que sonaban como grandes candidatos a premios en este Festival de Venecia, que pasará ya a la historia como uno de los que mayor concentración de estrellas ha tenido, era el del filme británico Shame, del director Steve McQueen, y los pronósticos finalmente se cumplieron, al llevarse Fassbender el premio a la Mejor Interpretación Masculina. "McQueen cambió mi vida. Me habló de este filme y no había visto el guión, cuando ya sabía que lo aceptaría. Steve habla siempre de cosas que nosotros no queremos afrontar, de la cosa desagradable en la sala", comentó Fassbender. "He intentado seguirlo y no traicionarlo, no ser el punto débil de su historia. Su historia va en línea con lo que vivimos hoy. Ha sido fantástico venir a Venecia y que el publico haya respondido así. Con la reacción que hemos tenido aquí, hemos entendido que hay una apertura para aceptar el filme", agregó.

El Premio Especial del Jurado fue para el filme Terraferma, del italiano Emanuele Crialese, y, a partir de ahí, los grandes reconocimintos se los llevó el cine asiático, empezando por el León de Plata a la Mejor Dirección, que recayó en el chino Cai Shangjun. El cineasta presentó en el Festival de Venecia Ren Shan Ren Hai (People Mountain People Sea), una producción de China y Hong Kong que obtuvo el reconocimiento del jurado de la sección oficial por la denuncia que hace de la condición humana ante la esclavitud.

En una edición en la que no había películas en español en la pugna por el León de Oro, la única producción de Latinoamrica y de lengua hispana que consiguió un premio de los considerados oficiales fue Accidentes gloriosos, del cineasta argentino Mauro Andrizzi. Esta producción de Dinamarca, Argentina y Suecia, codirigida por el sueco Marcus Lindeen y que repasa las historias de personajes que muestran sus obsesiones, sus perversiones e, incluso, sus instintos sexuales, consiguió el premio al Mejor Mediometraje de la sección paralela Horizontes, que cuenta con su propio jurado. Una de las películas que mejores críticas recibió en la Mostra, Carnage, del cineasta franco-polaco Roman Polanski, al final se quedó sin premio, y lo mismo le ocurrió al cuarto trabajo como director del actor estadounidense George Clooney, Los Idus de marzo, que además fue filme de apertura. El encargado de clausuar ayer el festival fue el cineasta estadounidense Whit Stillman, con su último trabajo, Damsels in Distress; una alocada y rocambolesca película de corte juvenil.