MADRID. Así lo han informado a Efe fuentes de la investigación, que han señalado que los indicios recabados desde hace más de un año por el Ministerio Público y la Guardia Civil apuntan al director general de la Sociedad Digital de Autores y Editores (sDae) como el presunto creador de la trama societaria a través de la que se efectuaba el desvío de fondos.
En esa trama jugaba un papel principal, según las mismas fuentes, la empresa Microgénesis, vinculada a Neri y que según su página web realiza trabajos de consultoría y tiene entre sus clientes a la propia SGAE o al Instituto Cervantes.
Los nombres de Neri y de Microgénesis ya aparecían en la denuncia que en 2007 interpusieron ante Anticorrupción la Asociación de Internautas, la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), la Asociación Española de Pequeñas y Medianas Empresas de Informática y Nuevas Tecnologías (APEMIT) y la Asociación Española de Hosteleros Víctimas del Canon (VACHE).
La denuncia decía, refiriéndose a Neri, que resultaba "extraño" que por la SGAE, la sDae y Microgénesis pasara "la misma persona ocupando puestos directivos de forma simultánea entre los años 2000 y 2007".
Loa denunciantes, basándose en diversas informaciones periodísticas, advertían de que el reparto de "las múltiples y variadas clases de recaudaciones de la SGAE -incluido el canon digital- se realiza en gran parte de forma ilegal entre sus filiales y no entre sus socios".
En concreto, denunciaba la "relación directa" de directivos de la SGAE, con un entramado societario de distintas compañías, entre ellas Microgénesis, dedicadas a negocios de naturaleza lucrativa, en contra de lo establecido en la Ley de Propiedad Intelectual.
Añadía que desde la SGAE "no sólo se hace un reparto ilegal de beneficios sino que además, se realiza una recaudación fraudulenta, extralimitándose en las competencias que legalmente se le han atribuido".
"Están invirtiendo las cantidades recaudadas en concepto de gestión de derechos de autor en el lucro propio de sus directivos, que si bien no participaron directamente, es evidente que lo favorecieron deliberadamente", indica el escrito.
Los denunciantes consideran que los hechos demuestran, "como algo más que una posibilidad", el enriquecimiento injusto de los directivos de la SGAE y pueden ser constitutivos de los supuestos delitos de apropiación indebida, estafa y fraude de subvenciones por la "indudable evidencia de la malversación habida".