VITORIA. Ignacio y Luis Chillida, hijos de Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924 - 2002), han comparecido ante la Comisión de Cultura del Parlamento vasco para informar sobre la situación del museo Chillida-Leku de Hernani (Gipuzkoa), tras la ruptura de las negociaciones con el Gobierno y la Diputación sobre el futuro del centro.
El museo dedicado al escultor guipuzcoano cerró sus puertas el pasado 1 de enero debido a las dificultades económicas que atravesaba tras diez años de actividad. El pasado 25 de marzo, la familia de Chillida anunció el "cierre definitivo" de las negociaciones con las instituciones para la venta de este espacio, que es de su propiedad, al no haber alcanzado un acuerdo.
En su intervención, han reiterado las condiciones que exigían a las instituciones para alcanzar un acuerdo: el mantenimiento del espacio museístico, el carácter monográfico del mismo y el mantenimiento del "derecho a veto o voto de calidad" de la familia en las decisiones que afecten a "la salvaguarda de la obra y la imagen" del escultor.
Precisamente las discrepancias sobre este último requisito, según han explicado, han sido una de las principales razones de que no se haya logrado un acuerdo.
Además, han recordado que en 2008 la casa de subastas Sotheby's valoró las obras que alberga Chillida-Leku en 164 millones de euros y los terrenos, en otros 12 millones. En enero de 2009, la familia llegó a un principio de acuerdo con el anterior Gobierno vasco para su cesión por 112 millones.
Ignacio Chillida ha asegurado que la diferencia de 64 millones de euros entre ambas cifras ha de entenderse como una "donación", tras lo que ha subrayado la "generosidad" con la que ha actuado la familia en este asunto. Según ha explicado, la prioridad de los herederos no era la rentabilidad económica, sino garantizar el mantenimiento del centro en las mejores condiciones.
No obstante, ha lamentado que con la llegada del nuevo Ejecutivo vasco y de la crisis económica el acuerdo no llegó a "materializarse", a pesar de las negociaciones mantenidas durante el último año y medio con el propio Gobierno y la Diputación de Gipuzkoa.
Según ha afirmado, el dinero no ha sido la "clave" en la falta de acuerdo con ambas instituciones, que, al parecer, habrían fijado un límite de 80 millones de euros para la adquisición de Chillida-Leku.
El hijo del artista guipuzcoano ha afirmado que si las razones económicas fueran las principales para la familia, ésta no habría recurrido a las instituciones, sino que habría tratado de vender las obras incluidas en este espacio en el mercado artístico. "No buscamos dinero; buscamos seguridad para el legado de Chillida", ha manifestado.
"MÁS RIGOR" De todas formas, y a pesar de no haberse sentido "bien tratados", los herederos del escultor están dispuestos a reanudar las negociaciones, según ha explicado Luis Chillida.
Por su parte, Ignacio Chillida ha reclamado un mayor "rigor y profesionlidad" en la interlocución que pueda producirse en el futuro, algo que han echado en falta hasta ahora.
La prioridad de los herederos de Chillida es mantener el centro en su actual ubicación, aunque han considerado que eso "requiere de un acuerdo político amplio".
Por otra parte, han afirmado que ya han concertado la celebración de un seminario sobre el artista guipuzcoano y que han recibido ofertas sobre "opciones de futuro" para el centro "de dentro y fuera de España". También están trabajando en la organización de un simposio internacional sobre Chillida para 2012.