Vitoria. El director de Artium, Daniel Castillejo, es consciente de que algunos volverán a quedarse sólo en el detalle del titular o en la superficie de la propuesta para soltar e incluso escribir los típicos tópicos sobre lo que algunos llaman bromas del arte contemporáneo. Aún así, su apuesta por ir más allá a través del programa Praxis sigue inalterable, consciente de que la creación es algo más, aunque algunos piensen lo contrario, que colgar un cuadro en una pared y cobrar una entrada por verlo.
En esta ocasión, el museo pone su ojo en las fiestas populares. Lo hace de la mano de la artista bilbaína, aunque residente en Nueva York, Itziar Barrio, que este verano va a cruzar el Atlántico para hacer de Gasteiz su centro de operaciones. Su intención es sencilla. No se trata de retratar una juerga, que es lo que algunos querrán entender. El objetivo pasa por bucear en esos encuentros masivos, en sus códigos sociales, en su iconografía, en sus representaciones, en las relaciones que se establecen, en las implicaciones que en el imaginario de cualquiera tienen estas representaciones... en definitiva, desmontar la forma por todos conocida para ver qué se encuentra en el fondo. Más que significativo, en este sentido, es el título de la idea: Detrás, al final de la comparsa.
El punto de partida ya está hecho. En la sala que de un tiempo a esta parte ocupan los artistas que toman parte en Praxis, se encuentran dos elementos iniciales. Uno, al fondo, es ahora una pequeña habitación oscura que hace referencia a aquello que pasa en la noche, cuando la fiesta cambia y con ella los que la protagonizan, incluso más allá de si por medio hay alcohol o no. El otro es una estructura que simula una txosna, aunque ahora está vacía y en blanco.
El resto de elementos se irán sumando y generando a lo largo de las próximas semanas, unos dentro del propio centro, otros en distintos puntos de la ciudad. En este último caso, los planes de la artista pasan, cámara en mano, por acercarse a las fiestas de Judimendi y de Errekaleor para conlcuir el proceso en La Blanca. En el primero, Artium será escenario de un taller de falsas cuadrillas, donde los participantes se tornarán también en protagonistas de unas celebraciones que no existen.
Ficción y realidad jugarán una vez más para generar una serie de obras audiovisuales, instalaciones y materiales que conformarán el aspecto final de una propuesta que, como la propia fiesta, seguirá viva incluso cuando acabe en su aspecto formal, un proyecto a medio camino entre el estudio antropológico y el acercamiento desde el arte contemporáneo a una realidad en la que hay más componentes que la diversión o la juerga.
"Me interesa la fiesta como ritual, como acto social donde se generan grupos a los que queremos mirar desde otras perspectivas", explica Itziar Barrio, a la que también le interesa de forma singular el hecho de que las acciones a las que se va a acercar se produzcan en un paisaje urbano.
Pancartas, posters, pintadas, declaraciones, experiencias, músicas... Todo se irá uniendo desde ahora en una nueva entrega de Praxis, ese estudio de artista abierto a la mirada del público en el que se quiere ir más allá, traspasar los convencionalismos. Las fronteras marcadas por los clichés aquí no existen. O ese es el objetivo.