vitoria. Maika dice que no le ha sentado bien el desayuno, pero parece haber tomado café con Buckley. Si la capacidad de atracción de un planeta se mide en satélites, la de un músico en cámaras. Un puñado rodean a la cantante cuando empieza a marcar ritmo sobre las tablas de Electra Store. Domina tempos, rasga con decisión y alcanza un tono insospechado que puede con el altavoz itinerante de un coche electoral. Antes de Helldorado, Maika se llevó una saca de aplausos. Makowski for president. For resident. En la batalla electoral de ayer, venció Maika Bat. Foto: a.l.
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