Los empleados de Chillida-Leku expresaron ayer su "enorme pesar" por que no hayan prosperado las negociaciones para mantener abierto este museo, de cuya viabilidad están convencidos, aunque advirtieron de que carecería de sentido si no mantuviera sus "pilares fundamentales tal y como los concibió" Eduardo Chillida. De todas formas, mostraron su confianza en que "las negociaciones entre ambas partes, conscientes de la responsabilidad que tienen, puedan algún día llegar a buen puerto". "Todos nosotros hemos vivido el museo y lo hemos hecho nuestro. Estamos muy satisfechos por los conocimientos y la experiencia adquiridos en estos últimos 10 años", agregaron los empleados, que quisieron agradecer a la familia Chillida la oportunidad que les brindó de participar en un proyecto que "debería ser hoy el proyecto de todos los donostiarras, guipuzcoanos y vascos".