madrid. Ha tardado quince años en publicarla, pero la nueva novela gráfica de David Mazzucchelli ha merecido la espera. Asterios Polyp es el título de esta obra que transporta al lector a un mundo de sueños, filosofía y búsqueda espiritual.
Por más que Mazzucchelli no sea un autor demasiado prolijo, su carrera no ha pasado desapercibida. En los ochenta se asoció con Frank Miller para dar una nueva vuelta de tuerca al mundo de los superhéroes, apuesta que devino en los aplaudidos Batman: año uno y Daredevil: born again. Lejos de instalarse en una cómoda poltrona, el dibujante emprendió entonces un camino de trabajos más singulares y personales, experimentales incluso y alejándose de los parámetros que le habían convertido en nombre imprescindible del cómic estadounidense.
Asterios Polyp (Sins Entido) ha ganado tres premios Eisner, tres Harvey y del Premio Especial del Jurado en el Festival de Angoulême. La historia arranca en el apartamento de diseño de Asterios Polyp, un prestigioso arquitecto que no ha conseguido edificar ni uno solo de sus proyectos. El mundo de Polyp se nos muestra en viñetas que rompen con la estructura tradicional. Las tipografías identifican de forma característica a cada personaje y Mazzucchelli recurre a la profesión de su protagonista para descomponerlo en estructuras geométricas. Con todo, el aspecto más destacado de Asterios Polyp es el exquisito uso del color y la forma en que el dibujante asigna una gama determinada para cada personaje.