Vitoria. Si en algo coinciden absolutamente todas las bandas es que es sobre las tablas donde mejor se define su música. Así que, después de cuatro trabajos discográficos, a Reverendo Parker le tocaba grabar para la posteridad una de sus intensas homilías de rock. "El quinto había que hacerlo en directo", empieza Lolin, dueño y señor de las cuatro cuerdas. "Y era un reto", matiza Luis, batería. Junto a Ray (voz), Txarly (teclados) y Raúl (guitarra) conforman desde hace tiempo la formación de Reverendo Parker, que como de costumbre convoca en el bar Compay de Zaramaga para desvelar sus nuevos caminos. Sus nuevos crossroads. El lugar es importante. Y ellos lo sabían.
Por eso, en una doble reivindicación, la de su música y la de "la catedral del rock de Vitoria", apunta Raúl, el quinteto escogió Helldorado como telón de fondo -y de forma- de su primer live, que sigue la senda de su debut homónimo, en 1998, y de No aburras (2002), Nos vemos en la 7ª (2006) y IV (2008).
¿Cómo elegir entre 44 temas? Pues tratando de aunar, como de costumbre, los gustos de todos. "Aquí funcionamos de manera asamblearia", apunta Ray, y la esencia obrera de Zaramaga parece envolver por un momento su voz aguardentosa. "Además, como somos cinco no puede haber empate", añade Txarly.
La cuidada edición se encarga de deshacer la incógnita, con quince temas recogidos en el Compact Disc y tres más, un total de dieciocho, en el DVD. Hay un tema nuevo, One two three, y una versión de Joe Cocker, Agáchate bien, además de dos temas en formato acústico.
No había presupuesto para recoger la edición por todo lo alto, así que se jugaron el todo por el todo. "Los ZZ Top de veinte conciertos te sacan un DVD, pero nosotros lo hicimos en uno", recuerda Raúl. Una semana de preparación en la sala, muchos ensayos previos... "Y pasó un ángel", asegura Ray. "Hubo duende", engarza Raúl. Aunque el duende, matiza Lolin, se encontraba probablemente en el trabajo previo a la velada.
El caso es que todo salió como debía, sin apenas gambas "ni langostinos, que son los fallos gordos", traduce Txarly. La sala llena, con gente llegada de todo Euskal Herria, y un ambiente inmejorable para poner en marcha la máquina de hacer música en la que, tras trece años, se ha convertido este peculiar predicador musical que es Reverendo Parker. "La verdad es que tanto en esta grabación como en la presentación de otros discos siempre ha habido gente".
Esta vez, apunta Lolin, Helldorado se quedó al borde del aforo completo. Sólo hubieran podido entrar ocho personas más. Y el público se volcó tanto que ha habido incluso que limar su griterío, "quitar ambientes" -sólo en breves momentos- para que la música pudiera escucharse con limpieza, algo de lo que adolecen muchos directos. Los reverendos ya habían estudiado unos cuantos, incluso algunos que habían tenido lugar en la propia asociación cultural de Uritiasolo, y por ejemplo en el de Supersuckers encontraron un detalle mejorable. "Les faltaba un poco de iluminación, así que le pusimos un poco más de luz blanca", recuerda Lolin antes de que, apoyados en las mesas del Compay, los cinco se sumerjan en un debate sobre la calidad de la música en Gasteiz, que ha exportado bandas punteras en muchos géneros diversos, desde el hard rock de The Soulbreaker Company hasta el blues de The Allnighters, desde el funk de Ortophonk hasta el ska de Betagarri o de Potato.
Una luz nueva se abre también en el camino de la banda, que se encuentra en plena gira. Les gustaría acabarla en Vitoria, por todo lo alto. En directo, como mejor saben hacer... y ya incluso grabar. Por cierto, ¿alguna anécdota de aquel concierto que ha acabado en la pantalla? Reverendo Parker calla. Habrá que verlo para saberlo. Ray dice que hay una dedicatoria para los bancos. Y una llamada a asaltarlos. Y Lolin dice que por las tablas apareció también Shrek. "Me daba todo el foco de luz verde", bromea. Y los cinco ríen, otro sonido clásico de la banda. Pero resulta que Lolin se ha equivocado. Más que Shrek, esta banda Shrock!!!