"Apagar la televisión será el comienzo de la revolución. Con la pantalla en negro el poder se estremecerá, puesto que quedará cerrada su vía favorita para anestesiar e intoxicar a la población. El altavoz de la propaganda política, mudo. Se acabaron los tertulianos crispantes, los políticos hipócritas, los informativos deprimentes y el ocio basura".