En 1922, un novel Federico García Lorca y un consagrado Manuel de Falla quisieron crear juntos una ópera. El poeta imaginó a Lola, la comedianta, un libreto demasiado frívolo para el muy ultracatólico compositor que quedó inacabado y que ahora llega a los escenarios del Temporada Alta de Girona. Marina Abad, además de ser la autora de la música y la única que canta en el escenario, es la Lola esbozada por García Lorca, en un montaje que se ha convertido en una comedia, un "musical autóctono", en palabras de Jordi Prat Coll, su director artístico, quien se ha encargado, además, de rematar el breve texto que el granadino dejó abandonado ante la desidia de Falla. La obra se estrenará mañana en el Teatro Municipal de Girona.
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