Un cuadro en el que aparece Goya, que podría haber sido pintado por él, del que se conoce que existe otro igual en Estados Unidos y del que se sospecha que podría haber un tercer hermano escondido. Parece el principio de una novela de misterio pero es la realidad de Goya con el médico Arrieta, pintura realizada en 1820 que ahora se expone en el Museo de Bellas Artes de Álava, en cuya colección ha quedado depositada durante un tiempo determinado por la colección Remisa, su propietaria.
Como suele suceder en estos casos, es casi tan interesante el contenido de la obra como su particular historia. En el lienzo se puede ver al pintor muy enfermo atendido por su médico mientras observan la escena tres sacerdotes. La escena tiene su base real puesto que el artista sufrió una grave dolencia en 1819 que estuvo a punto de acabar con su vida, algo que evitó poniéndose al cuidado del médico Eugenio García Arrieta.
A modo de agradecimiento, Goya realizó un cuadro del que se sabe que hay dos ejemplares y se tiene la sospecha de que existe un tercero, que podría estar en manos de los descendientes del médico, que al parecer se encuentran en Irun, aunque en estos casi dos siglos nadie ha visto o localizado esa obra.
De los dos que sí se conocen, uno de ellos se encuentra en el Institute of Arts de Minneapolis (Estados Unidos). Es el más conocido y el que muchos dan por auténtico puesto que salió a la luz en los años 20 del siglo pasado. El otro es el que ahora se puede ver en Gasteiz, un cuadro de cuya existencia se tenían noticias pero que hasta ahora había permanecido en las dependencias familiares de la colección Remisa.
"Estamos abiertos a que se siga investigando y a que se compare este cuadro con el de Estados Unidos y por eso hemos decidido exponerlo en una ciudad como Vitoria, donde también están nuestras raíces", explicó ayer Mercedes Echanove, representante de este importante fondo privado.