MADRID. Juan Carlos Onetti arrastró a lo largo de su vida fama de tímido y poco sociable, pero quienes lo conocían bien sabían que era un hombre tierno y muy amigo de sus amigos, como refleja el ensayo iconográfico que se publica ahora y que contiene más de 300 fotografías, la mayoría inéditas.

Publicado por Del Centro Editores, el libro ofrece una visión del gran escritor uruguayo muy diferente a la que circulaba sobre él, y el material que incluye procede en gran medida del archivo personal del novelista, en manos de su viuda, Dolly Onetti, autora de muchas de las fotografías y del texto introductorio.

"Este libro cambia la idea que la gente tenía de Juan. No le gustaba aparecer en público, pero estas fotografías dan una visión muy distinta de cómo era cuando estaba en familia o con sus amigos", explica Dorotea Muhr, "Dolly", la cuarta esposa del escritor y cuya vida compartió durante más de 40 años.

El trabajo de recopilación de Juan Carlos Onetti. Ensayo iconográfico ha sido realizado por Claudio Pérez Míguez y Raúl Manrique Girón, que han querido romper con la imagen que se tenía del escritor como "persona del mal carácter, antisocial y que nunca salió de la cama", señalan ambos en una nota preliminar. La viuda de Onetti, violinista de profesión, se pasó "toda la vida sacándole fotos a Juan como "amateur"". A ella le hubiera gustado que fueran "más artísticas", pero, independientemente de su calidad, reflejan a la perfección cómo era ese escritor que nació en 1909 en Montevideo y murió en 1994 en Madrid, después de residir casi veinte años en España, un país por el que "siempre sintió gratitud". Ese sentimiento lo reflejó Onetti en su discurso de recepción del Premio Cervantes, en abril de 1981. "Llegué a España con la convicción de que lo había perdido todo, de que sólo había cosas que dejaba atrás y nada que me pudiera aguardar en el futuro. De hecho ya no me interesaba mi vida como escritor", dijo Onetti en aquella ocasión, y recuerda su viuda en la introducción del libro que ve ahora la luz.

"Sin embargo, aquí estoy, unos cuantos años después, sobrevivido. Esta sobrevida es lo primero que debo a los españoles. Estos años de regalo, en los cuales he vuelto a escribir con ganas, después de mucho tiempo de no hacerlo", afirmó el autor de La vida breve.