Vitoria. A lo largo de este verano que ya mira a su recta final, las notas han seguido sonando en el interior de la Catedral Santa María gracias a las distintas actuaciones organizadas con motivo del año Xacobeo. Pero con la llegada de septiembre, el templo gótico reactiva su propio ciclo sonoro, un Abierto por Concierto que, como suele ser habitual en él, se dejará llevar a lo largo de este mes por propuestas muy diferentes. Será el caso, por ejemplo, de Coque Malla, quien acudirá al pórtico el próximo día 11 para presentar su último disco en solitario (La hora de los gigantes) y repasar en acústico algunos éxitos de Los Ronaldos.
Las entradas para esta cita se pondrán a la venta la próxima semana por un precio de cinco euros para el público en general y dos para los socios de Santa María. Pero antes de que esto llegue, sucederán más cosas dentro de esta apuesta que en su ya largo recorrido ha recibido a nombres tan dispares como Marlango o Bóreas Cámara.
Así, este sábado, la nave acogerá, dentro de la primera edición del Bernaola Bero Festival, un concierto de la sección contemporánea de la Capilla Santa María dirigida por Maite Aurrekoetxea. Se trata de una audición multidisciplinar que presentará obras de tres compositores clave en la música del siglo XX: Claude Debussy, Pierre Boulez y Brian Ferneyhough. En el programa destaca, asimismo, la presencia de la prestigiosa coreógrafa inglesa Michelle Man en dos obras de reciente creación pertenecientes a Ignacio Monterrubio y Alfonso García de la Torre, en las que proponen una mezcla entre la danza y la música electroacústica.
El concierto se completará con una pieza del compositor Arístides Llaneza y se cerrará de una forma especial, con el estreno absoluto de una obra de la autora Zuriñe Gerenabarrena. Esta composición se incorporará al archivo musical de la Catedral, sumándose a la obra de Antonio Lauzurika estrenada el año pasado.
El jueves 9 tomará el relevo, también en colaboración con el certamen impulsado por Diputación, Ensemble 415, formación fundada en 1981 en Ginebra. Liderados por la violinista suiza Chiara Banchini, que utiliza de un instrumento fabricado en Cremona en 1674 por Nicola Amati y restaurado a su estado original, y la soprano Mónica Piccinini, interpretarán obras de Boccherini.
La pianista Judith Jáuregui, por su parte, actuará el sábado 18. Esta donostiarra, formada en Salamanca y Munich y con numerosos galardones internacionales en su currículo, es una de las intérpretes con más proyección de su generación.