Debaha incorporado a su mapa de atractivos ocho nuevos puntos, sinnecesidad de planes urbanísticos ni grandes inversiones, aunque con unacondición: desaparecerán cuando termine septiembre. Desde hace ya unosaños, el Ayuntamiento de la localidad costera programaba exposicionesen verano. Esta vez , sin embargo, ha decidido sacar el arte a lacalle, fuera de los recintos habituales, para que habitantes yvisitantes se encuentren con las piezas sin buscarlas.

Laexposición, que se prolongará este mes y el siguiente, se ha organizadoen colaboración con Alfa Arte y Kutxa. La empresa eibartarra, espaciode relación entre la industria y el arte, promueve, a través de suprograma Eskultura ezagutu, el arte tanto en el ámbitopúblico como en el privado. A tal efecto, como en este caso, cede parasu exposición obras de escultura pública procedentes de sus fondos.

Elacuerdo entre las tres entidades ha fructificado en la muestra de ochoartistas: Nestor Basterretxea, Carlos Ciriza, Vicente Larrea, JoséRamón Anda, Ángel Garraza, Vicente Larrea, Jedd Novatt, Jesús Lizaso yJuan Azpitarte. La pieza de Novatt, Chaos, creada en bronce,está instalada en el malecón de la playa de Deba. El artistaneoyorquino mantiene relación con Alfa Arte desde que, en 2005,caminando por el Paseo Nuevo, viera la escultura de Jorge Oteiza y supoque se fabricó en Eibar. A partir de entonces, confía sus piezas a laempresa guipuzcoana.

De Basterretxea se puede contemplar, también en bronce, a Mari, como la columna de Vicente Larrea; las Estructuras sonorasde Carlos Ciriza reclaman, sin embargo, hierro y corten. Ángel Garrazadisemina tres pistas en aluminio en el entorno de la playa. El curioso Tuercebarras de Jesús Lizaso gobierna el paseo Cardenas. En el frontón se ubica el Kirolari zaharra de José Ramón Anda y en la Alameda marca su territorio la Belle Epoque, concebida en hierro lacado en blanco por el donostiarra Juan Azpitarte.