madrid. "¡Qué suave entra un cuchillo bien afilado en el pecho de un ser humano! Es como si atravesase un pedazo de manteca ¡Qué fácil es matar a un hombre!". Así comienza Barrio Cero, la novela en que Javier Reverte se mete en la piel de una maltratada que decide vengarse.
Ganadora del premio Fernando Lara de Novela 2010 el pasado mayo, y desde esta semana en la calle editada por Planeta, Barrio Cero, es la novela más urbana de este narrador y periodista, símbolo de la literatura de viajes. "He querido mostrar la reflexión de un ser humano que vive una vida un poco trágica, como mucha gente, sobre todo en los barrios marginales de grandes ciudades. Un personaje que ha visto maltrato, que padece maltrato, que a su hijo le rodea la droga, que comete un asesinato y que se pregunta hasta qué punto es justo lo que ha hecho y qué grado de culpa tiene la sociedad", explicó. Una historia que le vino inspirada por un suceso que ocurrió hace unos años y que recorrió los televisores. "La historia de una mujer -apunta-, cuya hija había sido violada y quien después roció de gasolina y prendió fuego al violador cuando éste salía de los juzgados. Después, al salir de declarar, fue aplaudida por el barrio como una heroína". Y es que el autor narra en Barrio Cero la historia de Paquita Romero. Una madre coraje que se convierte en heroína al matar al traficante de drogas que mantiene a su hijo de 15 años enganchado.