Washington. La primera dama de EEUU, Michelle Obama, volvió ayer a ponerse a la faena y, rodeada de un grupo de escolares, no dudó en echar rodilla a tierra para plantar, por segundo año, verduras y hortalizas en el huerto de la Casa Blanca. Madre de dos niñas, de ocho y once años, Michelle Obama ha puesto gran empeño en promocionar la comida sana, sobre todo entre los más pequeños, a los que asegura que las frutas y verduras son tan divertidos como las hamburguesas y los helados.
Flanqueada por el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, y la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, la primera dama apareció entre los aplausos de los menores que vestían camisetas de sus escuelas, la Holling Meadows Elementary School y la escuela bilingüe Bancroft, de gran afluencia hispana. "Algunas caras me son familiares", dijo al acercarse a los niños que la esperaban impacientes sentados en una mesa de picnic con mantel de cuadros rojo y blanco y unas cestas con manzanas en el centro. Y es que el pasado año los alumnos de la escuela Bancroft ayudaron a plantar la primera cosecha del huerto, a la que dieron seguimiento hasta que recogieron y degustaron sus frutos con el prestigioso cocinero de la Casa Blanca, Sam Kaas.