madrid. Un incunable impreso en caracteres hebreos, una baraja de naipes realizada en Toledo en 1584, una pequeña agenda de Edgar Neville, el retrato de Erasmo de Rotterdam realizado por Durero o las cartas de amor escritas por Juan Rulfo a Liliana son algunas de las piezas que la Biblioteca Nacional ha adquirido en los últimos cinco años y que se exhiben dentro de la muestra, Tesoros al descubierto, que se inauguró ayer.

Por caprichos del azar o circunstancias del mercado, los responsables de la Biblioteca Nacional han podido adquirir en los últimos años más de 2.500 piezas relacionadas con la historia de España, entre las que han seleccionado 120 para mostrar al público toda la riqueza de nuestro patrimonio.

Entre las piezas más valiosas figuran un manuscrito de Felipe V (adquirido por 95.000 euros); un incunable de Antonio de Nebrija, (comprado por 90.000 euros); la primera baraja de naipes conocida, realizada en Toledo en 1584 (60.000 euros) o un libro de Dalí, por el que se han pagado 120 euros. El manuscrito autógrafo del poema Crucifixión de Federico García Lorca, perteneciente a Poeta en Nueva York, es otra de las joyas de esta exposición. Este poema, adquirido por 30.000 euros, no se pudo incluir en las primeras ediciones de Poeta en Nueva York porque estaba desaparecido. Según explicó la directora de Acción Cultural de la Biblioteca Nacional, Ana Santos, con esta exposición se pretende mostrar piezas curiosas de "todas las épocas" y en "todos los formatos" para dar a conocer al público el "esfuerzo de conservación patrimonial" que realiza la Biblioteca Nacional. Asimismo, se muestra en qué se invierten los recursos públicos para adquisición de Patrimonio, con un presupuesto que oscila entre un millón y 1,5 millones de euros. La muestra recoge también los primeros ejemplares que se conservan de discos perforados, rollos de pianola, cilindros, y todo el material englobado con la denominación de ephemera: etiquetas de productos o carteles de propaganda.