En agosto de 2022, Elena Tablada y Javier Ungría pusieron punto y final a casi cuatro años como casados, lo cual dio lugar a una guerra sin cuartel entre los dos. Por si fuera poco, el conflicto se ha agravado desde que se ha hecho público que la diseñadora contrató a un detective privado para seguir los pasos del empresario cuando la relación se encontraba en crisis. Una disputa legal y mediática que ha afectado a las familias de los implicados, incluyendo a Camila, la hija de tres años que tienen en común.

Según una exclusiva del colaborador Daniel Carande en el programa ‘Y ahora Sonsoles’ de Antena 3, fuentes cercanas a Javier Ungría afirmaban que su ex mujer decidió contratar a un detective privado “en los últimos coletazos” de su matrimonio. El objetivo era demostrar la infidelidad del empresario para así poder utilizar esa información como baza en un posible juicio por la custodia de la pequeña Camila, la hija de los dos.

Carande asegura que, aun así, el seguimiento no habría tenido éxito, dado que las imágenes que tendría Elena Tablada en su poder “no demostraban nada”. Matizó que en ellas se ve a Ungría conversando amigablemente con varias camareras y unos cuantos hombres. Beatriz Cortázar, presente en el plató, negó que la diseñadora estuviera preocupada por una hipotética infidelidad de su ex marido, aclarando que “ese es el menor de sus problemas, se trata de algo delicado”.

Sin alcanzar un acuerdo

El matrimonio entre Elena Tablada y Javier Ungría duró desde diciembre de 2018 hasta agosto del 2022. A día de hoy, llevan unos cuantos meses negociando para llegar a un acuerdo económico, pero está resultando realmente complicado. Como consecuencia, y ante sus interminables tensiones, ambos decidieron llevar a los tribunales su separación.

El entorno cercano a la diseñadora expresó que la diseñadora va a por todas y no han dudado en defenderla: “Javier Ungría ha vivido varios años gratis en la casa de David Bisbal. Elena nunca había tenido problemas económicos y este hombre la ha desestabilizado”.

Por su parte, la gente más afín a Javier Ungría ha declarado que el empresario no tiene ningún tipo de miedo ante la situación: "Que cada uno luche por lo suyo. Yo peleo, por mi hija, nada más. Ella es mi máxima prioridad".