Dicen las malas lenguas que habitan por Fuencarral que, aunque se respetaban en público y privado, nunca llegaron a llevarse bien. La noche y el día. El Yin y el Yang. Dos caracteres potentes, efusivos, pero absolutamente incompatibles. Como María Patiño y Marta Riesco. O como María José Cantudo y Bárbara Rey. De hecho, nunca compartieron mesa para un menú del día, ni tampoco esas famosas copas con las que muchos brindan en La Posada de las Ánimas. El caso es que Jorge Javier Vázquez, que nunca se guarda nada dentro, ha hablado alto y claro esta pasada semana sobre el polémico despido de Paz Padilla, destituida por la cadena de Vasile el pasado mes de enero tras su histórica bronca en directo con Belén Esteban. Sin paños calientes, el dueño del cortijo se ha pronunciado sin envenenarse. Y todos hemos podido confirmar lo que, sin duda, era un secreto a voces.
"No he hablado con ella desde que pasó lo que pasó, pero ya hacía mucho tiempo que no hablábamos. La verdad es que no tengo ninguna relación, por eso tampoco la echo de menos. No tengo ni idea de cómo se encuentra", ha señalado Vázquez con la mayor naturalidad. La misma que siempre ha mostrado al no fingir la poca gracia que al de Badalona le hacen los chistes de la andaluza, o las directas e indirectas que en cantidad de ocasiones han sobrevolado en el plató de Sálvame. "Tú sabes que todo lo que sube, baja", "yo es que estoy ya tan alto que estoy cansado de estar en la soledad de la cima, necesito ya calor", o "cuando vayas subiendo, ve saludando, que serán los mismos que veas cuando vayas bajando" son algunas de las frases que llegaron a soltarse en directo el pasado mes de diciembre. ¡Zasca tras zasca!
Pero ahora, caminos separados, ambos al parecer han hallado la felicidad. Padilla lejos de las tardes telecinqueras, "yo era un soldado, hacía lo que me tocaba, y si al día siguiente me ponían en otro programa, pues aprendería", y Jorge Javier Vázquez gracias al drástico cambio físico que ha experimentado. Todo ello gracias a una conocida dieta basada en la comida sana y deporte a diario con la que el conocido presentador se ha quitado de encima veinte kilos en dos años: "Nunca me había visto tan bien. A mí los retos me gustan y sobre todo entrenar la fuerza de voluntad".