Lo bueno (y malo) de ser asquerosamente rico (o rica) es que te puedes permitir ridículas excentricidades ante el asombro del común de los mortales. Escapadas de fin de semana a África, por ejemplo, mientras el resto del mundo se conforma con una cena de plato combinado (con croqueta, por supuesto) o un respiro en el pueblo (en casa materna). Este es el caso de la exótica escapada gorilera realizada por el conocido deportista y la presentadora. Juntos (y revueltos) con compañeros del equipo de Ramos, el Paris Saint-Germain, disfrutaron de unos apetitosos días de asueto en tan exótico destino. ¿El motivo? Sencillo y promocional: la marca turística Visit Rwanda colabora con la entidad deportiva y fue el propio club galo el que los mandó a todos de excursión.
Y claro, aficionados ambos a las redes sociales (el Instagram si eres lista, da dinero), pocos han sido los que se han perdido los pormenores del safari. A tenor de las fotos colgadas en sus perfiles oficiales, "la pareja lo pasó en grande haciendo senderismo y viendo de cerca a elefantes, cebras y rinocerontes", detalla esta semana la revista Pronto. La misma publicación que afirma que ambos parecían "auténticos exploradores durante el viaje". Al más puro estilo Robinson Crusoe, pero bien perfumados, duchados y embadurnados de aloe vera.
Sin duda, un viaje gorilero que ha recordado mucho al que protagonizó hace ya un par de lustros Carmen Martínez-Bordiú, la nieta del dictador Franco. Una escapada histórica que tan bien describió en un inmortal artículo Arturo Pérez Reverte: "Carmen en primer plano con una pocholada de pañuelo al cuello, y al fondo, chan, tatachán, gorilas en la niebla. Y gorilos. Todo eso, con la silicona impecablemente maquillada, sin una arruga en la ropa, y con cinco vestuarios y cuatro sombreros diferentes, que son los que he contado en las fotos". ¡Qué fantasía de texto, Arturo! ¡Qué maravilla!