Según cuentan los historiadores, el perro se domesticó en el paleolítico superior, es decir, entre hace 20.000 y 40.000 años. Están emparentados lejanamente con los lobos grises. Sin embargo, los gatos hace solo unos 9.000 años a partir del gato montés africano, según cuentan. Y ya sabemos que los gatos eran animales sagrados en el antiguo reino de Egipto y hasta la deidad Besta estaba representada con cabeza de gato, mientras que los perros estaban vinculados al dios Anubis.

En los amores perros, allá por el año 2000, en su primer film, el director Alejandro Iñárritu nos daba algunas lecciones sobre cómo nuestras vidas se entrecruzan y entrelazan sin saberlo, el amor y la pasión dirigiendo nuestras vidas. Los perros han dado muchos títulos a los films y la literatura. Un par de ellos me vienen a la memoria. El film de Sam Peckinpah, Perros de paja, allá por 1971, un maestro en mostrar la violencia del ser humano en muchos de sus películas. La novela de Frederik Forsyth publicada en 1974, inspirada en Guinea Ecuatorial, los mercenarios europeos tratan de dar un golpe de estado en la república de Zangaro, para apropiarse de sus riquezas mineras. Ahora son mas sutiles. Algunos films se han hecho sobre esta novela pero no llegan a su calidad.

Con Reservoir Dogs se dio a conocer Quentin Tarantino en su primera película como director en 1992 donde la violencia también impera, unos la amaron y otros la detestaron.

Menos mal que películas como Colmillo Blanco basado en la novela de Jack London, colocan a estos animales a otro nivel y no solo de violencia.

Entre una cosa y otra estos dos animales domésticos, que son los más habituales, aunque en nuestra sociedad occidental, la gente adopta y adapta cualquier tipo de criatura, los perros y gatos han formado parte de nuestra historia y están ampliamente representados en el arte, literatura y cine.

Con el tiempo estos dos amigos del hombre han sido parte de la vida cotidiana de las personas, y aunque antaño era cosa de la gente rural o de la corte, hoy en día, perros y gatos cohabitan en todos los estratos sociales. Tal es así que se estima que en la UE, Gran Bretaña y Turquía hay unos 127 millones de gatos y 104 millones de perros, según el informe de FEDIAF, casi 46 % de los hogares europeos tienen al menos una mascota.

Al otro lado del Atlántico, en los Estados Unidos, según la American Pet Products Association, aproximadamente el 66% de los hogares estadounidenses tienen mascotas. Se estima que hay unos 62 millones de perros y 37 millones de gatos como mascotas pero, según Wikipedia, si uno se fía de estas fuentes, en 2017 había unos 90 millones de perros registrados como mascotas y unos 94 millones de gatos. O sea, en el gran total, los países occidentalizados albergan probablemente entre 300 y 320 millones de mascotas solo de perros y gatos. Es decir, casi una mascota por cada dos habitantes aproximadamente si combinamos ambas poblaciones. No parece que estén en peligro de extinción como otras especies de animales.

Los Estados Unidos gastan aproximadamente entre 150 y 160.000 millones de dólares, incluyendo 13.000 millones en peluquería y otros servicios en cuidar a esas mascotas. En Europa occidental no se queda muy atrás y se estima que en 2023 los gastos en cuidar a sus mascotas cuestan entre los 120 y 130.000 millones de dólares. Este gasto en mascotas podría equivaler a alrededor del 0,5–0,6 % del PIB en los EE.UU. y el 0,4-0,6% en el caso de la UE.

Según el informe de la OCDE en 2024 sobre la ayuda oficial al desarrollo (ODA), los EEUU fueron el mayor donante de ODA, con USD 63,3 mil millones, lo que equivalió a aproximadamente 0.22 % de su ingreso nacional bruto (GNI), lo que representa una reducción respecto a 2023, cuando fue del 0,24 %. Y la tendencia es a su disminución con las nuevas políticas del gobierno actual en ese país. Para el año fiscal 2025, las proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso apuntan a un gasto de alrededor de 58,4 mil millones de dólares.

Los países de la UE, en su conjunto, mantuvieron su posición como el mayor proveedor global de ODA. En 2023, la ODA combinada de la UE y sus Estados miembros alcanzó 95.9 mil millones de euros, equivalente al 0.57 % de su GNI conjunto (Council of the European Union). Pero en 2024, según la OCDE la ODA total de los miembros de la UE fue de aproximadamente EUR 82.000 millones (USD 88.700 millones), representando el 42 % del total de la ODA global lo que supone 0.47 % del GNI de todos los países y representa una disminución del 8.6 % respecto a 2023. Hay que tener en cuenta también que en muchos casos en la ODA también se incluye con frecuencia asistencia militar, prestamos y donaciones, el diablo de la ayuda al desarrollo está en los detalles. Pero dejemos estos detalles de lado, las finanzas son a veces muy oscuras.

Bienestar de los animales domésticos

En una pequeña y grosera comparación se puede observar que los países mas desarrollados gastan casi el triple en cuidar a perros y gatos en el caso de los EE.UU. y casi 1,5 veces mas en los países de Europa Occidental. Parece obvio que nos preocupa más el bienestar de los animales domésticos que el de las personas mas necesitadas.

Las mascotas, los animales domésticos han invadido nuestras ciudades, las calles, los parques y se consideran muchos casos como parte de la familia. Hasta tal punto que se les habla y se les trata como a personas. Uno puede oírlos hablarles como si fuesen niños o ancianitos en una residencia de jubilados con demencia con necesidad de cariño. No hay duda que sienten cariño y amor por sus mascotas y cada uno es libre de disponer de sus recursos como le plazca. Además, sus productos gástricos nos sirven a veces para ir dando esquivos por la vida y echar algún juramento contra sus dueños. Confieso que me gustan los perros y los gatos, los he tenido como mascotas, pero creo también que hay límites en nuestro comportamiento con ellos y hasta donde se puede llegar.

Pero me pregunto dónde están los limites de la humanidad cuando se superpone el trato de los animales por encima de las personas, se les trata como si fuesen tales e incluso mejores en algunos casos. Tal vez ahora que estamos en época navideña podamos reflexionar algo más sobre el estado del mundo y dónde debemos poner las prioridades entre brindis y brindis. Entretanto los perros como el perro de Goya soñará con poder seguir el vuelo de los pájaros, al menos con su imaginación.

Algunas personas les gustaría tener esa vida de algunos perros.