Esto también es el Tour de Francia, que ofrece etapas de este tipo. Evidentemente, no será una jornada para recordar, pero es uno de esos días que los corredores necesitan después de varias etapas duras la pasada semana. Suele ocurrir tras la jornada de descanso, más si cabe en un recorrido en el que el único peligro que había era que entrara el viento, pero eso no ha ocurrido, así que todo se ha relajado. Ha pasado lo que tenía que pasar. Sin viento, era una etapa condenada al esprint. En el pelotón todos eran conscientes de ello y solo cuando ha aparecido la amenaza del viento, durante unos poco minutos, se ha acelerado algo. Así que no quedaba otra que guardar fuerzas para lo que queda de Tour. Los corredores ya piensan en eso porque la fatiga se va acumulando. Estamos a mitad de carrera. Así que esta jornada se la han tomado como si se tratara de un descanso activo. Por lo demás, hemos asistido al difícil arte de aparecer en el momento justo. Eso es lo que ha hecho Van der Poel para que Philipsen ganara. No suele ser sencillo en esta clase de llegadas porque la gente llega con mucha fuerza y todo el mundo considera que puede ganar. Todos creen que pueden tener la posibilidad de levantar los brazos al presentarse al esprint tras una etapa sin apenas desgaste. Los equipos intentan bloquear lo máximo posible en días así. Van der Poel ha sabido esperar. Ha sido paciente y cuando él ha arrancado le ha regalado la victoria a Philipsen. Ha sacado 2-3 metros al resto, con Philipsen a rueda, y no ha habido posibilidad para que nadie remontara. Está siendo un Tour de Francia extraño para los corredores velocistas. Me da la impresión de que muchos de ellos están pensando en los Juegos Olímpicos de París. Han llegado un poco más cortos de forma y por eso no se está viendo a un corredor dominador como en otros años. Todos esos factores creo que condicionan las llegadas al esprint. El Macizo Central será otra historia. Una etapa en la que se puede hacer daño y se esperan movimientos.

El autor es director deportivo del Grupo Eulen-Nuuk